Cómo es posible que en la era de la información, con tantas posibilidades de poder conocer la realidad que nos rodea y sus consecuencias, estemos tan desinformados o sea tan fácil manipular la información que nos llega a través de ...
Cómo es posible que en la era de la información, con tantas posibilidades de poder conocer la realidad que nos rodea y sus consecuencias, estemos tan desinformados o sea tan fácil manipular la información que nos llega a través de los distintos medios a los que podemos acceder con simplemente apretar una tecla del ordenador o la de un televisor.
El Sáhara no está reconocido por la ONU como territorio marroquí, es un asunto inconcluso, pendiente a un referéndum de autodeterminación, de acuerdo a las resoluciones de la Naciones Unidas, lo demás es cháchara.
Aminetu Haidar fue expulsada de territorio saharaui por Marruecos y obligada por la fuerza y en contra de su voluntad a entrar en Lanzarote por las autoridades españolas y ahora la hemos convertido en esa pelota que todos pateamos intentando, como si fuera un partido de fútbol, meterla en la portería contraria, sin pararnos a pensar que con cada patada que damos, esta pelota-persona, se muere, sin querer ser parte de este partido, queriendo únicamente, lo que la mayoría de nosotros, por tenerlo cada día no nos percatemos de ello, el poder volver a casa cuando nuestra jornada laboral termina. Tal vez, la diferencia radica en que nosotros podemos hablar claramente de cuál es nuestra casa, mientras Aminetu, su casa, está ocupada en contra de su voluntad y las de las resoluciones de las Naciones Unidas.
¿Se imaginan, que para entrar en nuestras casas tengamos que celebrar un referéndum que sea auspiciado por las Naciones Unidas y que mientras eso suceda la esté ocupando el vecino? Simplemente disparatado. Esa es la realidad del pueblo saharaui, nos guste más, nos guste menos. Sólo se necesita y es lo que ella pide, aplicar la legalidad internacional respaldada por las resoluciones de la ONU.
Las posibles soluciones que aporta el gobierno español, la de dar la nacionalidad española a Aminetu Haidar, es la más sorprendente y desde luego la que más falta el respeto a Aminetu. ¿Cómo es posible que a una persona que se pasa la vida luchando para que se le reconozca la libertad de su país, la solución propuesta sea la de cambiarse de nacionalidad? Es decir si no te reconocen tu derecho a tener tu propio país, búscate otro.
La cercanía al lugar de la noticia, está en nuestras narices, nos hace a veces pensar, cuando menos, que su importancia, no debe ser tanta, aquí nunca pasa nada realmente importante, solemos decir. Pero en este momento estamos en el centro de la noticia, que podría, cambiar de forma importante la situación política de nuestra zona geográfica, pues depende de cómo se solucione este asunto, se marcará el camino para una solución definitiva de un problema que es mucho más que la huelga de hambre de Aminetu Haidar, es la solución, a la petición de todo un pueblo, a un derecho reconocido internacionalmente, que es el derecho a decidir, en libertad, sobre su futuro.
Un problema irresuelto a escasos 100 Km. de nuestras casa y como consecuencia, una mujer tendida en el suelo de un aeropuerto, pidiendo con una huelga de hambre, que sea devuelta a su casa con sus hijos y poder, cuando menos, tener la libertad suficiente, como Usted y como yo, de opinar sobre su futuro y el de su familia.
Nosotros podríamos, deberíamos colaborar para que ello suceda, también es nuestro futuro, que nadie lo dude, y para que ese momento llegue, debemos estar preparados y la mejor manera es estar informados, bien informados. La desinformación, las mentiras interesadas, la manipulación de la información es el peor camino para una justa solución, en la que todos deberíamos estar interesados.
El presidente del gobierno español, el Sr. Rodríguez Zapatero, podría verse en la deshonrosa situación , de que lo que prohíbe realizar a una mujer en vida, volver a su casa, tuviera que preemitírselo a una mujer muerta.