Opinión

La pastilla roja: bienvenidos a la realidad

¿Se acuerdan de la famosa película de Matrix? En una de las escenas más reconocidas, el personaje de Neo, interpretado por Keanu Reeves, era obligado a elegir entre dos pastillas: una era la azul, que le permitía olvidarse de todo y vivir feliz sin conocer la realidad de las cosas, y otra era la roja, que le desvelaría la realidad del mundo, por dolorosa que esta fuera.

Este símil me venía el otro día a la mente mientras reflexionaba sobre lo que ocurre en Canarias durante el último año y medio, y, en concreto, en lo referente a nuestra Consejería de Derechos Sociales. Quizás me equivoque, pero tengo la sensación de que pareciera que una parte de las élites políticas de esta tierra hubieran descubierto determinados problemas en las políticas sociales de nuestra tierra desde que gobierna Podemos. Cuando hablo de élites políticas me refiero tanto a las que se presentan a las elecciones como a las que no.

Sorprende que, de repente, se dediquen horas y horas de tertulias radiofónicas al problema de la dependencia en Canarias, como si fuera algo de nuevo cuño. Que se preocupen, ahora, de las familias que perciben la PCI. Que descubran, por arte de magia, la lista de espera existente para percibir las Pensiones No Contributivas. Que haya quien se de cuenta, ahora, de que en Canarias no existían recursos para atender una situación de emergencia humanitaria como la que vivimos por la inmigración que llega a nuestras costas. Pareciera que hace año y medio estos problemas no existieran. Es más, incluso se negaban abiertamente. Coalición Canaria negaba, en boca de su expresidente, el señor Clavijo, que existiera la pobreza en Canarias. Recuerdo también cuando nos dijo que la Renta Ciudadana (hoy reconocida en nuestro Estatuto) no era algo necesario.

Recuerdo también cuando el Partido Popular llegó a un pacto con los nacionalistas para sostenerlos en el poder y su principal petición, atendida, fue la bajada del IGIC. Nunca una petición social. Eso, entonces, no les interesaba. Curioso también que la Ley de Servicios Sociales, postergada hasta el infinito, preocupe tanto ahora. Cuando hemos esperado una eternidad para que viniera a atender cosas tan elementales como los conciertos sociales. Podríamos poner infinitos ejemplos de cuestiones olvidadas históricamente y que, de repente, resultan de enorme preocupación para dichas élites.

Pareciera que el hecho de que Podemos llegase al Gobierno de Canarias hiciera el efecto “pastilla roja” de Matrix. Hemos servido para desvelar una realidad que, hasta ahora, permanecía vedada. Curioso, insisto, pero útil y efectivo si sirve para buscar y encontrar soluciones a los problemas reales.

Durante demasiados años, los problemas que nos inundaban en los medios eran problemas ficticios: las llamadas “cortinas de humo”. ¿Recuerdan aquello de la famosa agenda canaria y el continuo conflicto con Madrid? Pareciera que dichos problemas, en gran parte inventados, fueran utilizados para anestesiar a la opinión pública e ignorar los problemas reales y de calado. Es curioso como ahora, con menos conflicto con el Gobierno del Estado, se consigan más cosas que nunca.

Desatascado el dichoso convenio de carreteras, en materia social vamos a lograr que por primera vez lleguen juntos, y de una sola vez, los 30 millones de lucha contra la pobreza. Eso por no hablar de los 1.000 millones que llegarán para empresas que se han visto directamente afectadas por la pandemia. O del Ingreso Mínimo Vital, que en nuestras Islas protege ya hoy a más gente de lo que que logró la PCI en sus 14 años de recorrido. O de la financiación para dependencia, que los gobierno del Partido Popular recortaran hasta el punto de que fuera la Comunidad Autónoma la que asumiera el coste en solitario. Afortunadamente, el todavía Ministro Pablo Iglesias ha dejado firmado esta semana la llegada de unos fondos que nos ayudarán en la ardua tarea de desatascar la dependencia. Hoy, el Gobierno del Estado, de coalición progresista, responde ante Canarias mejor que nunca en la historia democrática de nuestra tierra desde el régimen del 78.

A estos nuevos perceptores de la realidad, aquellos que han tomado la pastilla roja, les molesta mucho que hablemos del pasado. Les entiendo. A mí también me molestaría que se recordase una nefasta herencia como la que hemos recibido en políticas sociales por quienes han gobernado esta tierra durante 26 años. Nos piden que en año y medio lo arreglemos. Y tienen razón en exigirnos. Pero tenemos claro que sus expectativas nunca serán mayores que las nuestras. Se lo debemos al pueblo canario, que votó cambio y quiere cambio. Un pueblo que siempre vio, y sufrió, la realidad que otros negaban. Ante ellos y ellas respondemos.

En poco más de un año ya está aprobado en Consejo de Gobierno el Anteproyecto de Ley de Renta Ciudadana, que pronto iniciará su trámite parlamentario. Estamos en el desarrollo de la Ley de Servicios Sociales, que nos permitirá pasar a hechos lo que son derechos. En plena pandemia, pusimos en marcha el Ingreso Canario de Emergencia: dos pagos para las personas sin ingresos que no se ha hecho en ningún otro lugar del Estado. Abonamos, el pasado mes de diciembre, una ayuda extraordinaria de 250 euros que, por primera vez en la historia, complementaba las Prestaciones No Contributivas y a las que sumamos a las familias que reciben la Prestación Canaria de Inserción. Sobre esta última prestación, además, hemos agilizado su tramitación para que llegue a más familias y para que llegue con más dinero a quienes tienen hijos e hijas a cargo. Respecto al sistema de dependencia, hemos incorporado el mayor número de trabajadores y trabajadoras de la historia, lo que, unido a mejoras en la gestión, ya está ofreciendo algunos datos positivos. Los Ayuntamientos reciben hoy más dinero que nunca procedente del Plan Concertado que firmamos desde nuestra Consejería.

Falta mucho por hacer. Lo sabemos. Pero estamos en camino. Bienvenidos y bienvenidas a este barco a todos aquellos que ahora conocen la realidad social de Canarias, esa que antes ignoraban. Ahora les agradeceríamos que sumen, que apoyen y que aporten propuestas. Eso, y no otra cosa, es lo que la ciudadanía demanda de sus representantes políticos. Altura de miras y trabajo en conjunto. El reto que tenemos por delante, ante la mayor crisis que hemos vivido desde la dictadura, así lo requiere.

Como Triniti y Morfeo, algunas éramos conscientes hace mucho tiempo de la existencia de Matrix, y conscientes de la dura realidad, peleábamos y peleamos para cambiarla. A los que ya no tienen máquinas que los alimenten y los mantengan aletargados: bienvenidos a la realidad.

 

Noemí Santana Perera,

Consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias