Lejos de las mareantes cifras que se manejan en torno a deportes que tienen un gran arraigo y cuentan con una masiva aceptación en nuestro país, como es el caso del fútbol, el baloncesto, el tenis o más recientemente la fórmula ...
Lejos de las mareantes cifras que se manejan en torno a deportes que tienen un gran arraigo y cuentan con una masiva aceptación en nuestro país, como es el caso del fútbol, el baloncesto, el tenis o más recientemente la fórmula uno, la lucha canaria, deporte vernáculo del Archipiélago, trata de hacerse un hueco entre estos gigantes, y con presupuestos mucho más austeros y por lo tanto con muchas más dificultades, persigue captar el interés de las nuevas generaciones de isleños, que por otra parte, cada vez en menor medida acuden a los terreros de lucha.
Se nos antoja difícil explicar las causas que están motivando este paulatino desinterés por la lucha canaria, quizás aquel fenómeno que Marshall McLuhan definió como "aldea global", en el que cualquier acontecimiento que sucede en el lugar más recóndito del mundo, es conocido al instante en el resto del planeta gracias a los mass media o medios de comunicación social, y que aplicado a este caso vendría a decir que para un canario aficionado al deporte es mucho más fácil disfrutar sentado cómodamente en su salón de cualquier retransmisión deportiva, en lugar de las incomodidades que plantea el cemento de los terreros, pudiera ayudarnos a entender mejor este hecho que comienza a ser verdaderamente preocupante en los últimos años.Puede ser, como decimos, una de las causas, pero nos inclinamos más a pensar que lo que verdaderamente está sumiendo en una crisis a nuestro deporte es la falta de apoyos por parte de las instituciones públicas. Cómo si no se puede explicar entonces que un conjunto con tanta solera y tradición como el Tinajo Construcciones Guadayca, haya anunciado que no competirá la próxima temporada en categoría sénior ante la imposibilidad de contratar a luchadores para formar una plantilla.Es sólo un ejemplo del escaso apoyo que reciben los clubes de lucha canarios por parte de las instituciones, que deberían hacer un esfuerzo en garantizar la supervivencia de una tradición que se remonta a nuestros ancestros. En este sentido, se debería potenciar la lucha canaria desde la base, es decir, desde los colegios, de modo que se vaya introduciendo sabia nueva que vuelva a activar el interés por este deporte en el Archipiélago.