Entre las grandes atracciones que nuestras islas, y concretamente ésta de Lanzarote, ofrece a sus visitantes, aparte del tópico -nada desdeñable por cierto- de las playas, el sol y las excelentes temperaturas durante prácticamente ...
Entre las grandes atracciones que nuestras islas, y concretamente ésta de Lanzarote, ofrece a sus visitantes, aparte del tópico -nada desdeñable por cierto- de las playas, el sol y las excelentes temperaturas durante prácticamente todo el año; entre todas ellas, reiteramos, ocupa un lugar preferente, aunque no se le esté dando la dimensión exacta en las promociones, el turismo marino, esas actividades que en un amplio abanico conforman todo un mundo de diversiones y esparcimiento en un mar siempre limpio y de abigarrado colorido, que permite la práctica de toda una serie de actividades y diversiones múltiples para las cuales no hay estaciones preferentes, si acaso la preferencia veraniega, aunque la verdad es que aquí las circunstancias meteorológicas y de temperatura del agua del mar, permiten extenderlas a lo largo y ancho de todo el año. Desde la navegación en forma de tablas de surf y de windsurf -precisamente ahora somos sede de un campeonato mundial-, hasta las excursiones en modernos barcos de recreo, hasta la pesca deportiva en sus diversas modalidades, las islas y la nuestra en particular, ofrecen todo un mundo abigarrado y colorido de grandes dimensiones, con la colaboración de los dos grandes puertos deportivos privados existentes, a los que se unen los existentes en Arrecife y La Graciosa. Pero es que si sobre el mar la diversidad es muy grande, no digamos nada de lo que podemos encontrar bajo su superficie, la pesca submarina autorizada -con la forzosa vigilancia especial para los ilegales- y al fotografía submarina, que durante los últimos años ha sido in crescendo de forma notable, esos fondos inigualables de todo el litoral isleño, con especial mención para los del Archipiélago Chinijo, donde hay cavernas y paisajes submarinos increíbles y pasmosas. Sin olvidarnos de la especialidad más practicada, la simple pesca a caña desde cualquier punto litoral autorizado, una gozada de relax y tranquilidad insuperables. Creemos fundadamente que en las frecuentes promociones que se hacen de Lanzarote, nos estamos olvidando de este capítulo de las maravillas que nuestro mar nos ofrece, desde deslizarnos en una tabla al oleaje o al viento hasta la práctica del buceo -casi se nos olvida- que también dispone de conocidas y veteranas escuelas de formación. Hay que recordar este capítulo tan llamativo y reconfortante del contacto con nuestro mar conejero, una experiencia inolvidable y digna de ser sentida.