Sr./Sra. Director/a,
Somos un matrimonio joven de la Península. El día 2 de Abril mi mujer llegó a Lanzarote embarazada de 6 meses para pasar unos días de vacaciones conmigo que me encontraba en las islas en misión comercial. Nuestro plan era pasar unos días de descanso en la isla de fuego para asistir posteriormente a la boda de unos amigos en Tenerife.
El mismo día sábado día 2 de Abril contra todo pronóstico y tras varias horas sin reconocer las contracciones de mi mujer, comenzó para nosotros toda una aventura vivida en 2 etapas. La primera en el Hospital General de Lanzarote y la segunda en el Hospital Materno Infantil de las Palmas de Gran Canaria.
Vivimos tres intensas semanas de ilusiones y preocupaciones hasta el 25 de Abril día en el que nuestro hijo falleció debido a un proceso provocado por una enterocolitis necrotizante aguda. Nosotros estábamos de paso, llegamos desde Madrid para pasar unos días de descanso y nos encontramos con una intensa odisea durante la cual fuimos atendidos por necesidad en un hospital de servicio público sin conocer a nadie y sin que nadie nos conociera.
En todo momento recibimos un trato profesional, deontológico y humano en unos tiempos en los que todo son quejas hacia los servicios públicos de salud. Es por eso que les rogamos se hagan uds. eco de nuestro reconocimiento y felicitación general tanto a los diferentes equipos médicos, auxiliares de enfermería, servicios sociales, limpiadoras, etc. como a toda aquella buena gente de las islas que se cruzó en nuestro camino y demostró tanta humanidad.
En definitiva, nuestra intención es hacerles saber que creemos haber recibido lo que siempre se espera de unos profesionales continuamente en la picota a los que se les supone una dedicación vocacional y se les exige sin paliativo.
Sirvan estas palabras como homenaje y ánimo para que sigan igual por favor!
Atentamente unos padres agradecidos,
Andrés y Carmen