Excusas y pocas ganas de arreglar nada. Eso es lo que está ofreciendo Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) a los numerosos conflictos que padece el aeropuerto de Guacimeta, y no nos estamos refiriendo sólo ya al del ...
Excusas y pocas ganas de arreglar nada. Eso es lo que está ofreciendo Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) a los numerosos conflictos que padece el aeropuerto de Guacimeta, y no nos estamos refiriendo sólo ya al del handling. Aunque sabemos que a última hora de la tarde hubo un encuentro entre la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, y el director del aeropuerto, Dionisio Canomanuel, al menos según nos confirmaron nuestras fuentes, mucho nos tememos que no servirá de nada, teniendo en cuenta sobre todo la declaración de intenciones que en forma de comunicado nos envió el propio director.
AENA envió ayer a los medios un comunicado en el que al más puro estilo Poncio Pilatos se lava las manos y dice que no quiere saber nada de lo que está pasando en sus terminales. Es más, se presenta como víctima y no como parte implicada, dando a entender que no puede hacer nada para impedir que se siga deteriorando la imagen de la Isla.
En concreto, exponen en el escrito que "dicho conflicto laboral" -el del handling- le es "ajeno totalmente", ya que afecta en exclusiva a Iberia y a sus trabajadores, así como a aquellas compañías a las que ésta presta servicios de handling. Asimismo, reconocen que el conflicto está mermando la actividad normal del aeropuerto de Lanzarote, por lo que afirman que están realizando "el esfuerzo necesario desde el punto de vista operativo y de información a compañías y pasajeros para que el nivel de calidad de los servicios prestados a los usuarios y clientes no esté por debajo del límite establecido en la declaración de servicios mínimos decretada con motivo de dicha huelga". Por último, lamenta las molestias ocasionadas por esta huelga y desea que las partes en conflicto lleguen lo antes posible a un acuerdo para evitar que sus efectos sigan perjudicando la actividad del aeropuerto de Lanzarote.
Se necesita tener pocas ganas de arreglar nada para enviar semejante nota de prensa. ¿Aena enviaría esta nota si los conflictos se estuvieran produciendo en Palma de Mallorca, por poner un ejemplo de un competidor cercano? Mucho nos tememos que no, que no se atreverían a hacer semejante cosa.
Insistimos en lo que ya se exponía en el editorial de ayer de este diario. Nuestros políticos, de vacaciones o de guardia, deben empezar a dar la talla, a exigir las cosas que su pueblo reclama a gritos. Cuando acceden a la vida pública lo hacen con esta misión, con la de interceder por los ciudadanos, ponerse delante de ellos para afrontar pequeñas o grandes batallas sin miedo a que se pierdan.
Lo triste y lamentable es que no se haga nada y se deje pasar el tiempo.