El presidente de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, intervino este miércoles en el programa Buenos Días Lanzarote de Radio Lanzarote, donde es bastante frecuente escuchar su voz, como la de todos y cada uno de los políticos que ...
El presidente de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, intervino este miércoles en el programa Buenos Días Lanzarote de Radio Lanzarote, donde es bastante frecuente escuchar su voz, como la de todos y cada uno de los políticos que tienen algo que decir en el Archipiélago.
Esta vez se pudo ver a un Paulino Rivero sereno pero contundente, con la fuerza suficiente para lanzar un órdago a socialistas y populares de las islas no capitalinas, para que expliquen públicamente si están de acuerdo o no con la apuesta decidida de sus compañeros de Gran Canaria y Tenerife de cambiar el sistema de representación parlamentaria que conduce al actual equilibro entre unas islas y otras. Aunque fue el propio Paulino Rivero el que lanzó una propuesta singular de representación parlamentaria con un número tan erótico como es el 69, todo hace indicar, incluso lo que se desprende de sus palabras, que no ha sido más que una especie de globo sonda para provocar un movimiento que vaya más allá de la palabrería.
Sólo hay que achacarle un error a su discurso: habló de que en Lanzarote y en Fuerteventura no se han pronunciado sobre este asunto, cuando no es cierto. El Partido Socialista Canario (PSC) de Lanzarote ya ha expuesto, a través de su secretario general, Manuel Fajardo, que se opondrán a cualquier tipo de intento de reforma estatutaria que provoque la supresión de lo que conocemos popularmente como triple paridad. También se ha pronunciado abiertamente en este mismo sentido un socialista ilustre como es el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo. Mientras, tanto su secretario general, Juan Carlos Alemán, como el presidente del PP, José Manuel Soria, siguen empeñados en que se consiga un mínimo dentro del cambio, una lista regional de diez diputados que sería elegida por el número total de los votos emitidos, de tal manera que conseguirían paliar la injusticia que para tinerfeños y grancanarios supone que sus parlamentarios sean elegidos con miles de votos de más con los que son elegidos los representantes de las islas no capitalinas.
Y ahí es donde les ha cazado Paulino Rivero: no existe ninguna comunidad autónoma en España en la que se emplee la elección a sus correspondientes parlamentos a través de una lista regional. Ni siquiera en las comunidades uniprovinciales, como Madrid, Cantabria o Murcia, se produce este sistema. ¿Por qué iba a ser entonces Canarias, la Comunidad Autónoma que sufre la mayor fragmentación y la mayor necesidad por tanto de unir su territorio en un foro común de debate, la primera en imponer este sistema?
Nadie ha discutido hasta ahora que el sistema no es perfecto. Eso sí, lo que no se puede es cambiar un sistema imperfecto por otro peor. El debate está abierto, es interesante, pero debe estar guiado por la sensatez y el buen juicio que casi siempre se aplica en Canarias.