Opinión

El ocaso del gran petróleo

Por Juan Jesús Bermúdez La revista especializada Energy Policy ha publicado en el primer cuatrimestre de este año un artículo de sendos investigadores de la Universidad sueca de Uppsala, Mikael Höök y Kjell Aleklett, y de Robert Hirsch, experto en ...

Por Juan Jesús Bermúdez
La revista especializada Energy Policy ha publicado en el primer cuatrimestre de este año un artículo de sendos investigadores de la Universidad sueca de Uppsala, Mikael Höök y Kjell Aleklett, y de Robert Hirsch, experto en ...

La revista especializada Energy Policy ha publicado en el primer cuatrimestre de este año un artículo de sendos investigadores de la Universidad sueca de Uppsala, Mikael Höök y Kjell Aleklett, y de Robert Hirsch, experto en contingencias energéticas, en el que describen el ocaso de los grandes yacimientos de petróleo, y su incidencia en la producción mundial, en un inmediato futuro.

Nos recuerdan los autores que de los yacimientos gigantes, apenas 500 ? lo que supone alrededor del 1% de los existentes en el Mundo ? se extrae hoy el 65% del petróleo convencional (cerca del 90% de la producción total). Realmente, la concentración es aún mayor, ya que tan sólo 20 yacimientos bombean el 25% del crudo. Constatan los autores de este análisis que "la producción global de los yacimientos gigantes de petróleo ya está declinando, debido a que la mayoría de los mayores yacimientos tienen más de 50 años de existencia, y desde los años 60 cada década se han ido descubriendo cada vez menos con esa capacidad de extracción".

Aunque el declive geológico de un yacimiento está, evidentemente, vinculado a multitud de factores (técnicas usadas, conflictos políticos, bélicos, situación económica global, etc.), afirman los científicos, a raíz del estudio de comportamiento de buena parte de estos yacimientos, que la tasa de declive de los mismos se podría encontrar en torno al 5.8-6.5% anual, aunque sería mayor para los campos petroleros fuera de los países de la OPEP, en torno al 7% anual.

Según la publicación, las tasas de declive petrolero se aceleran con el tiempo, y esto también parece confirmarse para los gigantes, y más aún, curiosamente, para aquellos yacimientos gigantes descubiertos hace menos años, esto es, explotados con técnicas más "eficientes": paradójicamente, contra lo que se piensa, la "técnica" incrementó el agotamiento, al aprovechar con mayor eficiencia el recurso del subsuelo, agotándolo antes... Calculan los estudiosos que el 80% del petróleo que proviene de yacimientos gigantes en el año 2030 tendrá tasas de disminución de la extracción de entorno el 10% anual, esto es, en claro declive terminal.

Para compensar ese declive se han activado en las últimas décadas las exploraciones de yacimientos menores. Hasta estos años, los descubrimientos de éstos habían compensado el declive de los grandes, aunque parece que esa situación no se puede prolongar más. Además, estos campos petroleros, de los que se extrae menos de 100.000 barriles al día, suelen declinar mucho más rápidamente que los grandes.

Por último, y como conclusión principal, estiman Höok, Aleklett y Hirsch, que "alrededor del año 2030 la producción de los yacimientos de petróleo de los que hoy se extrae crudo será aproximadamente la mitad que hoy, por lo que la lucha para mantener la producción y compensar el declive con nuevos yacimientos será cada vez más difícil, más aún cuando las tasas de declive se incrementarán con el paso de los años".

Parece pues, de confirmarse estos escenarios, que la meseta de producción de petróleo iniciada desde finales del año 2004 puede dar paso en un inmediato futuro a un declive creciente de nuestro principal recurso energético.