Entendiendo por educación sinónimmos como dirigir, encaminar, enseñanza, cortesía,urbanidad entre otros, y por civismo el comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivenica pública. Somos conscientes de que se viviría mejor en nuestra isla si todos aplicásemos esas normas por todos conocidas y por muchos vulneradas.
Desde el simple experimento de pasear por las calles podemos comprobar como tristemente atentan continuamenente con lo que significa una sociedad en orden y limpia. Los ejemplos son muchos y muy variados, y de la más reciente actualidad, como los del camping de San Juan en Caleta de Famara.
¿Recuerdan a sus madres diciéndoles que los papeles no se tiran al suelo? Pues, no solo tiran papeles, lanzancolillas, dejanlatas de refrescos, mobiliario a las arquetas del agua, lavadoras y ruedas al mar, etc, etc... Además,deno recogerlos excrementos de sus mascotas, los llevan sueltos y sin bozal.....
Todos coincidimos que hay que habilitar un sistema para cruzar las carreteras, pero ¿es normal arriesgar tu vida cruzando una autovía? o ¿no será mejor "gastar" diez minutos andando y hacerlo de forma correcta?. Sin obviar,que los límites de circulación y las señales de tráfico no lasrespetamos y las interpretamos a nuestro propio antojo y manera.
La moda del tunning, modificación y personalización de los coches, abarca no sólo a instalarle el alerón más cantoso y luminoso del mercado, sino que los autos parecen auténticas discotecas móviles contribuyendo un pocomás a la contaminación acústica.
Es más, estoy convencida que si aplicaramos las normas en las que se especifican las sanciones por orinar o escupir en la vía pública, tirar chicles al suelo, dejar basura fuera del horario de recogida, y fuera del contenedor, etc, etc... al pie de la letra podríamos recaudar lo suficientepara construir las infraestructuras necesarias en Lanzarote.
La solución es fácil, pasa por Educación y Civismo, debemos pensar que la calle, la plaza, el parque es una prolongación de nuestra casa y cuidarlos.
La solución no pasa por cerrar los campings, poner más papeleras, o elevar las sanciones a las distintas infracciones. Debemos de ser conscientes de que la isla es nuestra y la tenemos que cuidar, es una obligación de todos y un derecho a encontrarla limpia. ¿Qué imagen estamos transmitiendo? ¿Qué ejemplo estamos dando a las jóvenes generaciones? No me avergüences ensuciando nuestro espacio vital.
Carmen Morales
Dra. CC.PP y Sociología