Ser católico y no pensar igual que el régimen socialista que desgobierna este país, es cada día mas complicado, y es que todo esto a los cristianos de buena fe, ya no nos sorprende, ya que fue el mismo presidente Zapatero en ...
Ser católico y no pensar igual que el régimen socialista que desgobierna este país, es cada día mas complicado, y es que todo esto a los cristianos de buena fe, ya no nos sorprende, ya que fue el mismo presidente Zapatero en campaña electoral del 2004 quien afirmó públicamente en un mitin electoral "más gimnasia, menos religión".
Luego llegaron más declaraciones ofensivas a la iglesia católica, Pedro Zerolo (dirigente del PSOE) decía que "Si España hubiera seguido las directrices de la Iglesia, estaría más cerca de Irán que de Francia". El hipócrita de Zerolo cree ser valiente por criticar a la iglesia católica en España, pero no tiene el suficiente valor para hacer lo mismo con Irán u otros países árabes que condenan a muerte a cualquier homosexual simplemente por tener esta condición sexual. Posiblemente no lo haga y gire la cabeza a otro lado, tal vez por que estos países son gobernados por dictadores amigos de Zapatero, y lo mismo esos homosexuales son de otra categoría para el glamuroso concejal madrileño en la oposición.
Igual o peor ocurre en Cuba, donde declararte homosexual puede costarte una buena temporada en un campo de concentración. Pero no hay ningún socialista que condene eso. Yo invitaría al justiciero de Zerolo que tanto lucha por la igualdad de los homosexuales, a que se manifieste por los derechos de los homosexuales cubanos frente a la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba en su próximo viaje a la isla caribeña.
La fijación enfermiza que ha tenido este gobierno con la Iglesia Católica es difícil de entender. Instrucciones del mismo PSOE al comienzo de legislatura para saber, según ellos, qué "párrocos eran más agresivos" parecían ser más movimientos de una oscura organización que la de un partido democrático.
Intentar ocupar una parte de la antigua mezquita de Córdoba, hoy convertida en Catedral católica para que los musulmanes puedan rezar, no tiene nombre, ¿qué pasaría si fuera al revés?. ¿Como se sentiría un musulmán si le dijeran que entregue su mezquita a un católico para que rece el rosario en ella?.
Retirar crucifijos de los salones del pleno de algunos ayuntamientos gobernados por socialistas es provocación. Cesar al coordinador de información religiosa de Televisión Española sin dar ningún motivo aparente no es de talante, y escuchar insultos de la boca de mandatarios de izquierda a todos los cristianos calificándolos de carcas, casposos, inquisidores, xenófobos, etc? tiene un nombre.
Para mi es:PERSECUSIÓN.
La labor de la iglesia católica es necesaria en nuestra sociedad, su labor es fundamental para nuestro crecimiento y desarrollo. Está donde tiene que estar, con los más necesitados, con aquellos que se acercan a Dios, dando ayuda humanitaria a los más débiles.
La Iglesia desarrolla el espíritu, la cultura, la educación social de las personas. Impulsa el desarrollo y la evangelización de los pueblos en todo el mundo y de los colectivos más necesitados de nuestra sociedad.
Todo ese trabajo surge gracias a la labor de sacerdotes, obispos, religiosos y religiosas, misioneros y misioneras, que diariamente llevan a cabo su actividad en cerca de 23.000 parroquias; 900 monasterios de clausura; numerosas órdenes y congregaciones, 13.000 cofradías, hermandades y fundaciones; más de un centenar de centros hospitalarios; 128 ambulatorios y dispensarios; 876 casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con minusvalías; cerca de 1.250 orfanatos y centros para la tutela de la infancia; 365 centros especiales de educación; 144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia.
La Iglesia asiste a 107 centros hospitalarios que atienden a 400.000 personas, 128 ambulatorios, 58.000 asistidos en casa para ancianos, 11.000 en orfanatos, 73 centros para reclusos en libertad condicional y 24 para enfermos del SIDA.
Estas cifras mareantes y altamente solidarias, demuestran de una forma clara, cual es la función de la iglesia en nuestra sociedad. El trabajo continuo de miles de voluntarios anónimos, es vital para que muchos marginados puedan sobrevivir cada día. Por su trabajo, su labor y su eficacia, ruego a este gobierno intolerante un respeto a la iglesia católica.
*Armando Santana.
Miembro del Partido Popular.