El Registro Especial de Buques de Canarias, conocido como REBECA, está en claro retroceso, incapaz de captar nuevas inscripciones. El REBECA nace en el año 1992 en el seno del REF para atraer el abanderamiento de buques y empresas navieras nacionales e internacionales. Sin embargo, a pesar de que en los primeros años tuvo cierto atractivo, la inexistente comercialización de esta herramienta de dinamización económica ha hecho que deje de ser una opción. Existe un importante desconocimiento de las ventajas que conlleva.
El impacto económico, social y geopolítico del sector marítimo es innegable. En la medida en que un país aumenta su flota mercante, crece su economía. Pero parece que esto se nos ha olvidado y no somos conscientes del potencial que representa y cómo podría dar un impulso serio a nuestra economía. La cuestión es que este registro está gestionado por las Capitanías Marítimas existentes en los puertos de las islas capitalinas y, hasta la fecha, a pesar del enorme atractivo fiscal que supone su figura, no ha conseguido la implantación y el desarrollo deseado. Una de las claves es la falta de comercialización.
REBECA ofrece una serie de desgravaciones y ventajas fiscales que son muy competitivas para el sector, si bien es cierto que estas ventajas han quedado muy limitadas frente a algunos incentivos puestos en marcha por otros países. Y aunque los armadores pueden bonificar en el Impuesto de Sociedades y en las cuotas de la Seguridad Social para los buques inscritos en el REBECA, existen países que garantizan menores costes laborales y sociales a costa de la tripulación.
Sea como fuere, todavía se pueden hacer muchas cosas para que esta herramienta no se pierda y vuelva a ser atractiva como un elemento más que nos ayude en la diversificación económica hacia la que debemos caminar. Por eso, la labor de comercialización debe ser contundente y aquí las Cámaras de Comercio Canarias pueden realizar un trabajo que conocen bien.
Las Cámaras de Comercio, corporaciones de Derecho Público, promotoras del desarrollo económico de sus demarcaciones, representantes del conjunto de la actividad económica y expresamente de la navegación, pueden asumir la tarea de gestión y promoción de este registro de buques con mucho éxito. La Red Cameral nacional, con 85 cámaras en el territorio español, junto a la Red Internacional de Cámaras, presente en todo el mundo, pueden ejercer de transmisoras hacia el resto de los territorios y dar difusión a esta valiosa herramienta para nuestra economía. Las Cámaras ya gestionan otros registros mercantiles y tienen avalada experiencia en ello.
Las Cámaras de Comercio Canarias podemos ser unas grandes embajadoras en la comercialización de este instrumento mientras la Capitanía Marítima continúe con su labor de inspección. Y es que no se trata solo de lo que nos aportaría económicamente a las islas, ni siquiera de los incentivos fiscales u otras ventajas que podemos mejorar, se trata también de hacer valer este registro con sus garantías de seguridad, en un marco que respete los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y ahí no tenemos competencia.
Por José Torres Fuentes, presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa