¡Por fin saltó! Me refiero a Ángel Víctor. Y con él, es un suponer, lo que dice ser y llamarse PSC-PSOE.
No habían saltado hasta ahora, a pesar de la cadena infinita de traiciones, menosprecios, tomaduras de pelo, vacilones? de Clavijo y su banda que se han ido sucediendo desde que en 2015 la dirección del PSC-PSOE decidió entregarle la presidencia del Gobierno a una maltrecha Coalición Canaria, tercera en votos (aunque primera en escaños, después del paso de los votos por la tolva el sistema electoral).
Los dirigentes oficiales del PSC-PSOE "tocaron poder". Y algunos dirigentes fácticos, influencia.
Por qué cuando el lanzamiento de los socialistas desde las ventanas de la vicepresidencia y de las consejerías no impidió que, sin solución de continuidad, reaparecieran pidiéndole limosna a Clavijo. Por qué cuando la negativa a pactar en el Ayuntamiento de Santa Cruz, en el de Puerto de La Cruz, la moción de censura en Granadilla, las desaforadas intentonas de hacer lo mismo en Arona, la destitución de Javier Abreu en La Laguna?No, y ahora Sí?
En primer lugar, por una razón obvia: cuando Coalición Canaria busca comparsa para pactar (sea PP, sea PSOE), reparten cargos y territorios insulares. Cargos más bien pocos, porque va en el guión que Coalición se lleva la parte del león. Y territorios porque Tenerife-La Palma son intocables para estos exóticos insularistas, autobautizados nacionalistas.
Y porque Gran Canaria y sus instituciones, se convierten en reserva indígena donde ATI permite retozar a sus socios de ocasión.
Esta realidad está tan interiorizada por los representantes estas tierras asirocadas del PSOE y del PP --o a la viceversa-- como su disposición a pagar la factura en la Isla de Tenerife. Y así, legislatura tras legislatura.
Produce tristeza ver cómo la dirigencia de un PSC-PSOE que encarnó la voluntad autonomista, el compromiso de lograr que este Archipiélago y los canarios y canarias fuéramos algo más que un enjambre de tribus insulares y de hacer realidad eso que la engañosa propaganda oficialista llama "un solo pueblo", está metida con toda naturalidad en ese enjuague desde hace ya demasiado tiempo.
Y, en segundo lugar, una hipótesis: han saltado ahora, cuando Clavijo vuelve a ofrece al PP --ya lo hizo el año pasado-- la autoridad Portuaria de Las Palmas como anillo de compromiso, porque la Autoridad Portuaria de Las Palmas parece ser algo más que una Institución. Algo así como un epicentro de influencias y actividad económica tan importante para cierta sección de negocios, cuyos límites (de la sección y de los negocios) y cuyos beneficiarios no se sabe muy bien dónde empiezan y dónde terminan. Pero, por lo que se ve, no debe ser demasiado lejos de la dirigencia del PSC-PSOE. Porque Ángel Víctor ha saltado ahora, como si les hubieran puesto gasolina en el culo. Sólo ahora y de inmediato. Nunca hasta ahora, a pesar de los pesares.
Por Santiago Pérez