La Agencia Europea de Fronteras (Frontex) valora el trabajo que hace España para prevenir las salidas de inmigrantes hacia Canarias desde Mauritania, Senegal, Gambia y Marruecos, pero observa con “preocupación” las cifras que presenta esta ruta y no se atreve a hacer un pronóstico de lo que puede ocurrir en el segundo semestre, tradicionalmente más intenso.
“Me gustaría tener una bola de cristal, pero no la tengo”, ha señalado el director ejecutivo de Frontex, el comandante neerlandés Hans Leijtens, tras reunirse en Las Palmas de Gran Canaria con representantes del Gobierno de Canarias para intercambiar impresiones sobre la situación migratoria en África Occidental.
Entre otros asuntos, sobre la mesa de la reunión han estado las distintas previsiones que ha ido recibiendo el Gobierno canario sobre lo que puede suceder en la segunda mitad del año, históricamente con más llegadas, porque el tiempo facilita a partir del verano la navegación en esa zona del Atlántico al sur de las islas españolas.
El Gobierno canario ha repetido estos días que teme que, tras haber sumado hasta junio más de 19.000 llegadas, el triple que en 2023 a la misma fecha, el ejercicio termine desbordando con mucho el récord de rescates que se registró el año pasado, con casi 40.000 personas.
Preguntado por la prensa sobre este asunto, Leijtens ha declinado hacer pronósticos, pero sí a recalcado que siguen con detalle lo que está ocurriendo (además de la información que recibe de España, Frontex tiene en estos momentos agentes propios desplegados en los principales puertos que utiliza Salvamento Marítimo en las islas).
“Lo que vemos ahora es que en varias zonas de Europa está disminuyendo (la presión migratoria), por lo que las cifras van hacia abajo, pero hay dos áreas específicas donde están aumentando: el Mediterráneo Oriental, desde Turquía a Grecia e Italia, y en la Ruta de África Occidental”, ha señalado.
“Y esa es, de hecho, la principal preocupación de Europa. Estamos tratando de darle todo el seguimiento que podemos con las autoridades españolas en Madrid, pero también aquí (en Canarias) con las autoridades locales”, ha añadido el director de Frontex.
Leijtens ha remarcado que buscar una sola explicación a lo que lleva tiempo sucediendo en la Ruta Canaria “sería simplificar mucho”, porque pueden influir múltiples factores, por lo que ha abogado por seguir enfocados en mantener acuerdos con los países de salida de los inmigrantes y reforzar la cooperación y ayuda al desarrollo.
A su juicio, esa es la vía que puede contribuir a “tener fronteras seguras en Europa”.
Con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, negociando en estos momentos en el Congreso la reforma legislativa sobre el reparto de los menores, el Ejecutivo de la comunidad autónoma ha estado representado por el director general de Relaciones con África, Luis Padilla.
Este ha expresado el deseo de la comunidad autónoma de que Frontex tenga una presencia más importante en la Ruta Canaria, incluso en las costas de salida de los migrantes, pero también ha precisado que son conscientes de que eso requiere un mandato europeo y, sobre todo, acuerdos específicos de Bruselas con esos estados africanos.
El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha añadido que esa es una tarea que ya está haciendo España, con los acuerdos que fue cerrando desde la ‘crisis de los cayucos’ de 2006 con países como Senegal y Mauritania, que le permiten hoy tener fuerzas policiales propias en sus costas y colaborar a frenar las salidas.