Tribunales

La acusada de acuchillar a sus hijos en Arrieta "no recuerda" los hechos: "Estaba loca"

En el juicio, que se ha suspendido tras su declaración y la de su madre, ha afirmado que sufría "delirios". También ha asegurado que ha sufrido "maltratos psicológicos y físicos" de su marido

Fachada de los juzgados de Arrecife, donde se celebra el juicio, en una imagen de archivo. Foto: José Luis Carrasco.

La acusada de intentar "acuchillar a sus hijos en junio de 2015 en Arrieta" ha asegurado este miércoles, en el juicio celebrado en Arrecife ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, que "no recuerda" los hechos que se le imputan, aunque sí ha reconocido que "es posible" que los cometiera. "Estaba loca. Y no sólo el día de antes. Días antes, semanas antes", ha argumentado la acusada en su declaración, explicando que sufría "delirios". De hecho, ha afirmado que el 24 de junio de 2015, en cuya madrugada sucedieron los hechos, llevaba "tres días sin dormir", sin comer y en las últimas horas no hablaba porque estaba convencida de "que los místicos la escuchaban". En su declaración ha explicado que se sentía muy sola y ha asegurado que a lo largo de su matrimonio ha sufrido "maltratos psicológicos y físicos" de su esposo.

La mujer ha relatado lo acontecido durante la jornada del 23 de junio y hasta pasada la una de la madrugada del 24 de junio, hora a la que regresó junto a su marido del Hospital, tras haber tenido que recibir atención médica. Ha asegurado que pasó todo el día muy nerviosa, estresada, y que en un momento dado llegó a ponerse a "gritar" y anteriormente "a tirar cosas".  

No obstante, ha reiterado en distintas ocasiones que "no tiene recuerdo" de haber apuñalado a sus hijos. Los hechos se produjeron, según el escrito de acusación del Fiscal, en torno la una y media de la madrugada, cuando la mujer entró al dormitorio de sus hijos, que entonces tenían 3 y 5 años, "portando un cuchillo de cocina de acero de unos 29 centímetros y medio de longitud y les agredió con el arma blanca, privándoles de toda posibilidad de defensa".

 

Tratamiento y evolución


En cuanto a su situación actual, la acusada ha relatado que "se siente mejor", aunque no ha ocultado que "siente dolor y vergüenza" por lo sucedido. Desde que se produjeron los hechos por los que ahora se la juzga está siguiendo "tratamiento psiquiátrico" y se le han "prescrito antipsicóticos". Además, quincenalmente la ve un psicólogo en la cárcel, donde permanece ingresada desde el 29 de julio de 2015, y un semanalmente un terapeuta. Tratamientos que, en su opinión, han mejorado su estado. En este sentido, ha manifestado que a finales de octubre se le "redujo a la mitad la medicación", sin que haya tenido "ninguna recaída".   

La acusada ha afirmado que ahora "siente que puede respirar" y que incluso en el "ambiente hostil" que supone la cárcel, donde asegura que ha sufrido alguna agresión, está "mejor que en una hora de visita con él [en referencia a su marido]".  Preguntada sobre la relación con su madre, la acusada ha manifestado que ésta ha mejorado y la ha calificado como "su único apoyo". También ha explicado que ve a sus hijos periódicamente en la cárcel y que habla con ellos cada día. Al principio, según ha declarado, "tenía miedo de volver a verlos", pero ahora ha calificado la reacción de los niños como muy buena: "me dan abrazos y me dicen mami te quiero".

El abogado de la acusada  propone que su defendida, en base tanto a los "informes médicos de la propia prisión como a los particulares", quede en "en custodia familiar" y sea tratada fuera de la cárcel del trastorno que sufre. Durante el transcurso del juicio, el abogado defensor ha preguntado a la madre de la acusada si estaría en disposición de hacerse cargo de su hija y de poder ejercer esa custodia familiar, en caso de que ésta sea la medida impuesta por el juez. Responsabilidad que la madre ha asegurado que se siente "capacitada para asumir", destacando a la par la "mejoría" que ha visto en el estado de su hija, a la que visita cada domingo en la prisión. "MI hija ahora está como cuando estaba con nosotros en Colombia. Ha dejado de tener ese miedo que tenía", ha apostillado su madre.

Ella fue precisamente la que socorrió a sus nietos tras la "agresión". En su declaración ante la Sala ha expuesto que un poco antes se había despedido de su hija y de su yerno, tras regresar estos del Hospital, y se había marchado a su casa en el mismo edificio dejando a los niños dormidos. Cuando se acababa de meter en la cama, según su relato, escuchó unos ruidos que creyó que eran de animales, "como maullidos de un gato", y acudió a la casa de su hija. El niño, que se encontraba en su cama herido, "lloraba y gemía", ha recordado la abuela, a la par que ha descrito con gestos que el pequeño se cubría la cabeza con el brazo. La mujer lo sacó de la vivienda para que buscar ayuda sanitaria encontrándose con su yerno entonces que "regresaba de pasear al perro". 

La mujer regresó a por la pequeña y también la sacó de la vivienda. En el interior de la misma se hallaba la acusada, "tendida en la cama", con el cuchillo en la mano y llevándoselo al pecho y al abdomen "pero no de forma dura", según ha explicado la madre de Diana ayudándose de gestos, La inculpada "decía muchas cosas, pero no daba tiempo a entenderla", ha afirmado su madre. 

Ingreso en un centro psiquátrico


La Fiscalía pide para la mujer la libre absolución y que ésta sea internada en un centro psiquiátrico por un periodo de 15 años, por cada uno de los dos delitos de los que se la acusa, para "el tratamiento adecuado al tipo de anomalía o alteración psíquica" que padece. El Ministerio Fiscal considera que la acusada incurrió en dos delitos de tentativa de asesinato, aunque señala que concurre en la procesada "la circunstancia eximente de la responsabilidad criminal". Para la Fiscalía, la mujer cometió los hechos "teniendo absolutamente anuladas sus capacidades volitivas e intelectuales, al estar bajo la influencia de un delirio que condicionaba los actos".

Tras la declaración de la acusada y de la madre de ésta, el presidente de la Sala ha decidido, con el visto bueno del fiscal y de la defensa, suspender el juicio, que apenas llevaba una hora de celebración, a la vista de que el desarrollo del mismo se iba a "dilatar más de lo previsto". Se señalará su "reanudación y finalización en las fechas más cercanas posibles", según han indicado fuentes judiciales.