El exjuez Salvador Alba ya ha ingresado en prisión para cumplir una condena de seis años y medio de prisión por delitos de cohecho, prevaricación y falsedad documental.
Finalmente, el magistrado ha terminado acudiendo “voluntariamente” al centro penitenciario de Salto del Negro, en Gran Canaria, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ordenara este martes su busca y captura.
La sentencia es firme desde noviembre de 2021, pero Alba lleva desde entonces intentando eludir su cumplimiento, con distintas estrategias, recusaciones y recursos que han ido fracasando.
El pasado jueves, una patrulla de la Policía notificó personalmente a Salvador Alba en su domicilio, en el municipio de Telde, que el TSJC había desestimado su solicitud de suspensión de condena por razones de salud y que tenía 24 horas para presentarse de forma voluntaria en prisión.
El viernes alegó defectos en la tramitación de una recusación contra otra magistrada (recusación que, en realidad, ni se admitió a trámite por haber sido presentada fuera de plazo) y cuestiones como su petición de indulto y su solicitud de obtener al menos un aplazamiento por razones de salud; y el domingo intentó apartar de la ejecución de su condena al presidente del TSJC, José Luis Lorenzo Bragado, por supuestos contactos con Victoria Rosell.
En tres autos que llevan la fecha de este lunes 17, pero que han sido notificados a las partes este martes, la Sala de lo Penal del TSJC rechaza de plano todos esos intentos de última hora de abortar la posibilidad de que se dictara una orden de búsqueda y captura, que es lo que terminó haciendo el tribunal.
No obstante, antes de que se produjera su arresto, Alba decidió acudir “voluntariamente” a prisión, pendiente ahora de que se decida el centro donde cumplirá la condena.