El acusado de agredir sexualmente a su expareja en un descampado de la isla ha confesado este martes los hechos y ha aceptado una pena de 7 años de prisión, tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía.
El juicio se iba a celebrar este martes ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, pero finalmente no ha habido vista. Así, el acusado solo ha entrado a la sala para ratificar su confesión y su conformidad con la condena.
Inicialmente, el Ministerio Fiscal pedía para él 14 años de cárcel, por un delito de violación por vía bucal y otro de amenazas, y tras el acuerdo ha rebajado esa pena a la mitad. La acusación particular, ejercida por la víctima, también ha aceptado que ésa sea la condena.
La ratificación se ha realizado a puerta cerrada, para proteger la intimidad de la mujer, dado que el acusado fue su pareja.
Los hechos ocurrieron en mayo de 2020, cuando la relación sentimental ya había terminado. Según sostenía la Fiscalía y ha reconocido el acusado, éste creyó que “podía imponer su voluntad sobre la víctima, por haber sido su pareja”, y la “obligó a hacerle una felación”, empleando para ello la violencia “con ánimo de atemorizarla y doblegar su voluntad”.
El acusado fue detenido poco después y ha estado desde entonces en prisión provisional, por lo que ahora se descontará ese tiempo en el cumplimiento de la sentencia.
El fallo se dictará conforme a lo acordado y pasará a ser firme, al haber mostrado su conformidad el acusado. La Fiscalía también pedía una indemnización para la víctima, así como una orden de alejamiento y un periodo de libertad vigilada cuando cumpla la pena de cárcel.