Sucesos

Las familias de Alfonso Fernández y Cathaysa Rodríguez colocan carteles con sus fotografías para encontrar pistas sobre "sus crímenes"

Los familiares de Alfonso Fernández y Cathaysa Rodríguez, ambos fallecidos en extrañas circunstancias, han decidido colocar carteles con sus fotografías por la ciudad de Arrecife para tratar ...

Las familias de Alfonso Fernández y Cathaysa Rodríguez colocan carteles con sus fotografías para encontrar pistas sobre sus crímenes

Los familiares de Alfonso Fernández y Cathaysa Rodríguez, ambos fallecidos en extrañas circunstancias, han decidido colocar carteles con sus fotografías por la ciudad de Arrecife para tratar de obtener información de posibles testigos, que en su momento "no pudieron o no quisieron hablar con la Policía", según ha informado el criminólogo Félix Ríos. Con esta iniciativa, intentan encontrar pistas que aclaren las muertes de sus seres queridos, que tuvieron lugar en 2006 y 2007.

Las familias, apoyadas por Ríos, están recopilando información sobre ambos casos y tratando de entrevistar a todas las personas relacionadas con las investigaciones para poder solicitar la reapertura judicial de las causas. Y es que consideran que tanto Alfonso Fernández como Cathaysa Rodríguez fueron "asesinados".

Por ello, y fundamentalmente porque si así fuera los culpables siguen en libertad, las familias piden la colaboración ciudadana. "Necesitamos información. Llámanos para darnos alguna pista sobre los crímenes", reza el cartel.

El teléfono que aparece en el cartel (664.846.960)

pertenece a alguna persona de las familias afectadas, que "garantizará" la confidencialidad de quien realice la llamada. Además del teléfono, se facilita también el contacto de email y de Facebook.

La trágica muerte de Cathaysa

Ambos casos conmocionaron a Lanzarote en 2006 y 2007. La joven Cathaysa Rodríguez fue hallada muerta desnuda en el maletero de un coche en abril de 2007. La encontró su propia madre, seis meses después de que desapareciera. Ester Rodríguez, la madre de la joven, está convencida de que fue un crimen.

Después de su desaparición el 9 de noviembre de 2006, su madre acudió en tres ocasiones a la Policía Municipal de Arrecife para denunciar su desaparición. "No me prestaban atención. Todo el mundo me decía que mi hija se había liado con algún muchacho y que ya volvería. Como antes no había pasado nada así de terrible en Lanzarote, la policía no me tomó en serio", ha lamentado Ester Rodríguez en varias ocasiones.

Por ello, tras investigar por su cuenta, acabó encontrando el cadáver de su propia hija en un estado avanzado de descomposición en el interior de un maletero de un coche. Años después de esta trágica muerte, en 2011, el Juzgado de Instrucción Número 5 de Arrecife archivó provisionalmente el caso de Cathaysa Rodríguez, sin que se hubiera detenido o inculpado a alguien por el fallecimiento de la lanzaroteña.

El caso de Alfonso Fernández

Alfonso Fernández apareció asfixiado en su vivienda de Tahíche en 2007. Hallaron su cuerpo maniatado y su cabeza cubierta con una bolsa de plástico. Vivía junta a su novia, de nacionalidad polaca, y la hermana de ésta. Tras los hechos, las dos mujeres huyeron a Polonia pero fueron detenidas por la INTERPOL.

Ambas permanecieron encarceladas en la prisión de Tahíche, en Lanzarote, sólo ocho meses. "Les soltaron por falta de pruebas", explicó a La Voz en 2009 su ex mujer,Mari Paz Martínez.

Martínez se enteró del fallecimiento de su ex marido 20 días depués de haberse producido. Conducía su vehículo cuando una noticia en la radio llamó su atención: "Aparece muerto un madrileño en un armario de una vivienda de Tahíche, en Lanzarote. Vivía con dos polacas".

En esos momentos supo que era su ex marido, que recientemente se había mudado de Madrid a Lanzarote para vivir con su novia. "Alfonso tenía un nombre, un apellido y un ADN. Tenía una familia. ¿Por qué no nos avisó la policía de lo que había sucedido?", se preguntó María Paz.

Por todos estos hechos y por las extrañas circunstancias en las que murieron tanto Alfonso Fernández como Cathaysa Rodríguez, las familias necesitan nuevas pistas para conseguir que la Justicia reabre estos casos.