El grupo de cuatro jóvenes, dos parejas sentimentales, que aquel 28 de marzo de 2004 estuvo en el lugar de los hechos, una vivienda en la localidad de Corralejo en Fuerteventura, había consumido drogas. Así lo han declarado durante el juicio dos de ellos y los dos médicos forenses ya que, según las pruebas periciales realizadas 50 horas después de los acontecimientos, el imputado contenía en sangre "altas dosis de dos drogas alucinógenas como la cocaína y el éxtasis". Éste ha sido también el argumento esgrimido por el abogado de la defensa, quien ha considerado las sustancias psicotrópicas como las causantes de las alucinaciones que presuntamente sufrió el imputado y por las que considera que "no fue consciente" de las lesiones provocadas a la que era su pareja sentimental en aquel momento y a dos de sus amigos.
Ese día, el acusado salió por la zona de ocio de Corralejo y regresó con una pareja de amigos y su novia al domicilio de ambos para pasar la noche. Al día siguiente, sufrió "una serie de alucinaciones que le hacían creer ver a una persona que no existía", y que, según el escrito de acusación, "disminuían de manera notable" la conciencia de la realidad del imputado. "Estaba súper alterado y muy nervioso, parecía fuera de sí", explicaba una de las testigos, que ha relatado que "a veces decía cosas incoherentes". Por eso su novia llamó por teléfono a su mejor amigo, que se presentó en la vivienda poco después. En un momento determinado, el estado de nerviosismo del imputado aumentó y "se volvió más violento, atacando a las personas que allí se encontraban".
Hirió de diversa consideración a su pareja y a dos de los presentes, a quienes había encerrado en la vivienda con anterioridad cerrando la puerta del domicilio y guardando la llave. Según el relato de los testigos, profirió insultos y amenazas contra su novia y su mejor amigo, que había llegado al domicilio unos minutos antes.
En el juicio, que tuvo su primera vista el pasado mes de febrero y ha celebrado su continuación este viernes, 11 de abril, han testificado un total de siete personas, entre las que se encontraba la ex novia del acusado y tres de sus amigos que presenciaron los hechos, los dos peritos que realizaron los informes médicos y toxicológicos, además del terapeuta del Proyecto Hombre que ha supervisado durante 17 meses el tratamiento de desintoxicación del imputado.
La Fiscalía ha considerado acreditados los hechos juzgados y ha concluido que "todo comenzó por un problema de celos", tal como ratificó el testimonio de los testigos. Así, le hace responsable de la situación y pide una condena de un total de ocho años de prisión.