En esta ocasión, el colegio de Argana Alta ha sufrido un incidente de vandalismo aún mayor, ya que no sólo se han visto perjudicadas las aulas ubicadas en las casetas prefabricadas de Música e Inglés, sino que también han entrado "arrasando" el módulo entero de Infantil y Primaria. Instrumentos musicales rotos, material escolar esparcido por el suelo, además de puertas y ventanas forzadas y desguazadas "a conciencia" ha sido lo que este lunes, 8 de octubre, se encontraba el personal docente del centro, los padres y los más pequeños, al abrir las puertas a primera hora de la mañana.
Entre los objetos robados se cuentan varias minicadenas y aparatos reproductores de sonido, además de los instrumentos de percusión del aula de música y algunos objetos de material escolar de los propios chinijos. Además, en esta ocasión, los desperfectos causados en las instalaciones son de una mayor relevancia ya que han forzado ventanas y puertas arrancando las rejas de las mismas.
Más de la mitad de los alumnos de las aulas afectadas han preferido no quedarse en el colegio esta mañana. "Muchos niños tenían miedo por el aspecto de destrucción con que se han encontrado, con todas sus cosas esparcidas por el suelo", afirmaba la jefa de estudios, Pino Pérez de la Blanca quien reconoce que "la crispación y el desasosiego" han inundado esta mañana los ánimos tanto de profesores como de los propios padres. Algo que, unido al estado en el que se encontraban las aulas y el patio del colegio, ha producido miedo entre los más pequeños, que en varias ocasiones han estallado a llorar asustados, según relataban a La Voz los propios niños.
"Arganistán vuelve a atacar" o "tranqui", eran algunas de las pintadas que se podían leer en las paredes del colegio. Una extraña firma realizada por los culpables de este acto que hace sentirse "impotentes" a los profesores del centro educativo."Apenas reparamos los desperfectos de la última vez y vuelven a entrar de nuevo", comentaba la jefa de estudios. Esta vez, los desperfectos han ido mucho más lejos que en otras ocasiones porque una de las aulas ha aparecido rociada totalmente con un extintor contraincendios, por lo que desde el colegio "tendremos que limpiar a conciencia cada una de las cosas de los niños antes de que puedan volver a clase, porque es una sustancia tóxica que podría hacerles daño", aseguraba la jefa de estudios.
El director del centro, Javier Felipe Delgado, ya ha formalizado la oportuna denuncia de los hechos. Ahora sólo les queda recoger y limpiar los desperfectos. Los docentes exigen tanto a las fuerzas de seguridad como a las instituciones correspondientes que se ocupen en evitar, para próximas ocasiones, estos actos de vandalismo que producen angustia, crispación y miedo tanto en niños, padres como en los profesores.