La Guardia Civil ha detenido a 10 personas, de nacionalidad española, pertenecientes a una "violenta organización criminal", especializada en la introducción y distribución de sustancias estupefacientes en el Archipiélago Canario. Los arrestos se han producido en el marco de la operación Corraliza, que se ha desarrollado en las islas de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, y la investigación la dirige el Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife. A los detenidos se les imputan delitos contra la salud pública, detención ilegal, blanqueo de capitales y organización criminal. Varios de ellos residen en Lanzarote.
Durante esta operación, los agentes realizaron 9 registros domiciliarios, en los que se incautaron 370 kilogramos de hachís, un camión provisto de doble fondo para ocultar el estupefaciente en sus traslados, un turismo de alta gama, tres embarcaciones, dinero en efectivo y diverso material informático, telefónico y audiovisual relacionado con las actividades ilícitas de la organización, ha explicado la Guardia Civil.
Los detenidos, residentes todos ellos en las islas de Tenerife y Lanzarote, "formaban una organización perfectamente estructurada y jerarquizada, dedicada a la adquisición, introducción y comercio de estupefacientes en el mercado ilícito del archipiélago canario, blanqueando sus beneficios en franquicias relacionadas con la hostelería", relata la Benemérita.
Secuestro de un miembro que les robó 800 kilos de hachís
En el transcurso de la investigación, los agentes averiguaron que el "cabecilla" de la organización, junto con algunos de sus hombres, había secuestrado y agredido a otro miembro de la red por haberse apropiado de 800 kilos de hachís pertenecientes a la organización. "Posteriormente, esta persona consiguió huir de sus captores", relata la Guardia Civil.
El cuerpo policial señala además que los agentes pudieron constatar que en "fechas próximas" estas personas pretendían introducir en Canarias una "importante cantidad" de hachís, utilizando una embarcación procedente de Marruecos.
Según explica la Benemérita en su comunicado, se decidió comenzar esta operación porque el "jefe de la organización, al no haber recuperado todavía la droga robada, pensaba secuestrar y torturar nuevamente a la anterior víctima, para conseguir recuperar toda la droga desaparecida".
Las investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número dos de Arrecife, ha sido llevada a cabo por agentes del Equipo Contra el Crimen Organizado (E.C.O.) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Canarias, apoyados por unidades de este cuerpo en Lanzarote.