ACN
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a los Grupos II y III de la Unidad Contra la Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF), de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, han procedido a la detención de ocho ciudadanos chinos, cinco de ellos marineros de barcos pesqueros que arribaron a Las Palmas, los cuales fueron captados y engañados por la "mafia china".
La citada labor de captación de los marineros fue realizada por otro individuo chino, Zhang X. de 27 años, quien ya residía de forma legal en territorio nacional y que, a su vez, también fue marinero que se quedó de forma ilegal en esta capital hasta que consiguió su regularización.
Los propios marineros, en sus declaraciones, afirmaron que el citado Zhang se les aproximó, ofreciéndoles la posibilidad de quedarse en España y asegurando que él mismo se encargaría de "todo", facilitándoles su propio número de teléfono móvil con el que contactaron frecuentemente los marineros, hasta que aquél logró convencerles.
Una vez persuadidos, abandonaron el barco y fueron conducidos y alojados durante varios días en distintas pensiones del barrio de Santa Catalina, provistos de pasaportes falsos que el propio captador les facilitó.
La oferta consistía en trabajar doce horas diarias durante seis días a la semana, sin vacaciones, para cobrar una media de 500 euros al mes, si bien durante los primeros seis meses no cobrarían nada en concepto de amortización de la "deuda" contraída por gastos de alojamiento, manutención, transporte, etc. En un principio, éstos gastos los sufragaba el propio captador.
Las detenciones se produjeron en las inmediaciones de los hostales en los que estaban alojados, cuando el captador se disponía a trasladar y "vender" a cuatro marineros en distintos puntos de la geografía nacional, para trabajar de forma clandestina en restaurantes, talleres y locales de la comunidad china.
Fruto de las investigaciones de la citada Brigada de Extranjería, se pudo localizar un restaurante chino en el sur de la isla de Gran Canaria, en el que se encontraba el quinto marinero, quien manifestó que había sido trasladado a la misma por su captador, siendo "vendido" por 800 euros a los dos dueños del restaurante donde trabajó durante siete meses seis días a la semana y sin cobrar nada.
Como consecuencia de ello, fueron detenidos los propietarios Y. YANG y Z. YANG (padre e hijo nacionales de China), residentes legales en territorio nacional, por un presunto delito de favorecimiento de inmigración ilegal y contra los derechos de los trabajadores.
Los cinco marineros fueron detenidos por infracción a la Ley de Extranjería, siendo ingresados en el Centro de Internamiento de Extranjeros a la espera de materializar su expulsión.
El captador y traficante, X. ZHANG fue detenido por un presunto delito de favorecimiento a la inmigración ilegal con fines de explotación laboral, pasando en unión de las diligencias practicadas a disposición de la Autoridad Judicial, que decretó su ingreso en prisión