Este martes sobre las 10:00 horas de la mañana se recibió en el Servicio de Emergencias del 1-1-2 un aviso de bomba que advertía de la colocación de un explosivo en el Colegio de Zonzamas de Arrecife.
Según informaron fuentes policiales, efectivos de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Policía Judicial se personaron de inmediato en el centro educativo, contactaron con el director del centro quien, tras conocer los hechos, ordenó con premura el desalojo ordenado de alumnos y personal del instituto.
Los funcionarios realizaron entonces una requisa, buscando en el lugar posibles objetos sospechosos y susceptibles de contener algún artefacto. El resultado fue negativo.
Posteriormente, tras gestiones practicadas por la Policía Nacional, se descubrió que la llamada de alerta se había realizado desde un teléfono ubicado en el interior del propio instituto.
Auxiliados de precisos medios técnicos, los agentes averiguaron que el autor de la llamada había sido un menor de 13 años, alumno del propio centro, quien quince minutos depués de ser expulsado de clase, y probablemente con ánimo de revancha, había alertado telefónicamente sobre la presencia de una bomba.
Despejada la alarma, el menor fue interrogado y sometido a una exploración en presencia de sus padres. El autor de los hechos será propuesto casi con toda probabilidad para una sanción económica, tras haber alterado la actividad docente en un centro público, haber provocado una intervención urgente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y causar una grave alarma social.