FOTOS: Sergio Betancort.
La maestra del pueblo de Tiagua Rosa María Hernández Auta se jubila, después de 33 años dedicándose en cuerpo y alma a la educación de los más pequeños de la localidad. Aunque son más los años que se ha dedicado a la docencia, los 33 años que ha estado en Tiagua ha sido apreciada y querida por grandes y pequeños. Son todos ellos los que han querido formar parte del homenaje de despedida a la maestra. Sus compañeros de trabajo, o como ella misma los define, su segunda familia, también quisieron estar presentes.
El homenaje de despedida tuvo lugar el sábado 27 de junio en el teleclub El Molino de Tiagua. Fueron las propias madres y padres de los actuales niños escolarizados los que hicieron posible este acto lleno de emoción.
Desde los actuales alumnos hasta los más antiguos, no quisieron perderse este último momento de agradecimiento a Rosa María. Los más pequeños dieron inicio al evento con una canción en la que con una simple palabra, "gracias", le hicieron saber a todos los asistentes lo mucho que la quieren, aunque no eran muy conscientes de lo que implicaba ese acto. Después fueron los no tan pequeños, los adolescentes. Eliana Parrilla, la cara visible de este grupo, nos hizo partícipes de un pequeño discurso que hizo sonreír a los asistentes y un baile dirigido por Adrián, el bailarín del pueblo, acompañado por Sara y Andrea.
El momento más emotivo llegó con la proyección de una presentación donde se resumía el paso de la maestra por el colegio y un pequeño vídeo de no más de 8 minutos, que, aunque breve, hizo rodar lágrimas. Las protagonistas del vídeo fueron la madre e hija de Rosa María; Juana Auta Duque y Dunia Guillén Hernández, respectivamente, que hicieron participes a los asistentes de las anécdotas más familiares. Eliana fue la creadora de ambas presentaciones.
En representación de los alumnos más antiguos fue Tibiabin, ahora madre de uno de los alumnos de la misma escuela. Con un pequeño discurso, agradeció a Rosa María lo que la educación básica les aportó.
Francisco Javier Díaz Gil, concejal de Educación y Juventud, y Nori Machín Barrios, concejal de Bienestar Social, como representantes del Ayuntamiento de Teguise, se hicieron cargo de aportar un pequeño aperitivo y de la contratación del grupo Guenia Ensemble, que amenizó la gala al final de todos los actos preparados. Fue Francisco Javier el que, con un pequeño discurso y la entrega de una placa, agradeció a Rosa María su dedicación en la educación en el municipio de Teguise.
Por último, sus compañeros, encabezados por el coordinador/director del CER San Bartolomé, Tinajo Teguise, Sebastián (Chano) Acosta Luján, hicieron saber al público lo que ha significado para ellos trabajar con Rosa María estos años.
El acto fue dirigido y presentado por dos madres, Macarena Morín y Vivi Toledo; que aunque inexpertas pusieron todo de su parte para que fuese perfecto. Ambas, en el momento de los agradecimientos al final del evento tuvieron que contener las lágrimas para poder finalizar y expresar a Rosa María que nunca la olvidarán; y hacerle entrega de un pequeño regalo y un ramo de flores, aportado por otra madre del colegio, Leigth Stacey Rapley. A ella hay que agradecerle también la decoración floral que adornó el homenaje.
Rosa María, ajena a todo lo que se le tenía preparado y como buena protagonista, estuvo muy emocionada. Desde el principio y hasta que todo llegó a su fin fue una cadena de emociones que las madres esperan que nunca olvide. Ya al final del acto, muy emocionada, la maestra dijo unas palabras y dio las gracias tanto a las madres, como a los niños, el Ayuntamiento de Teguise y todos sus compañeros maestros. A todos ellos les agradeció por su asistencia al acto y también por su cariño.