Gente

Sanidad invertirá más de 15 millones de euros en un nuevo edificio de hospitalización junto al Molina Orosa

La nueva edificiación contará con 100 camas en 5.100 metros cuadrados de superficie, teniendo un plazo de ejecución de siete meses

Hospital Doctor José Molina Orosa

La Consejería de Sanidad ha anunciado la inversión de 15.500.000 euros en un nuevo edificio junto al Hospital Doctor José Molina Orosa, que contará con un número aproximado de 100 camas en una superficie de 5.100 metros cuadrados. También han anunciado nuevas edificaciones junto al Hospital Juan Carlos I en Gran Canaria por 14.500.000 euros , en el Complejo Hospitalario Universitario Nuestra Señora de Candelaria en Tenerife por 12.760.000 euros  y, por último, la rehabilitación de plantas en el Complejo Hospitalario Universitario de Canarias por 3.110.000 euros.

En total, la Consejería informa se suman “342 camas hospitalarias en un mismo año, lo que supone el mayor incremento en camas públicas de la última década”. Estas infraestructuras , según afirman, "servirán para el reforzamiento de la atención hospitalaria, lo que contribuirá a la recuperación de la actividad asistencial que se ha perdido durante la pandemia". Con esta dotación se pretende "incrementar la resiliencia del sistema sanitario público frente a eventuales repuntes de la Covid-19 u otras enfermedades emergentes, evitando que incidan en la atención a las restantes patologías".

Los cuatro proyectos que ejecuta el SCS supondrán, en conjunto,” la creación de 15.800 nuevos metros cuadrados de superficie asistencial, que se dotarán del equipamiento y los medios técnicos necesarios para entrar en funcionamiento al término de las obras, lo que requerirá una inversión pública de 47.3000.200 euros”.

La declaración de emergencia de estas actuaciones, dice la Consejería, "responde a la urgente necesidad de ampliar la capacidad física y técnica de los hospitales que han soportado una mayor presión asistencial desde que comenzó la pandemia por la Covid-19, en particular los de las Áreas de Salud de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, en los que se ha producido una sobreocupación de camas por pacientes con coronavirus durante las sucesivas ondas epidemiológicas y en los se han habilitado espacios alternativos, en ocasiones, en estructuras no estrictamente sanitarias".

Los proyectos en ejecución permitirán que, en un breve plazo de tiempo, se disponga de infraestructuras estables, adecuadas y de carácter polivalente para dar respuesta a situaciones excepcionales, como la actual pandemia por SARS-CoV-2, y que los hospitales vuelvan a destinar sus instalaciones, recursos humanos y medios técnicos a la actividad asistencial ordinaria, que ha sufrido los efectos de la atención a la patología por COVID-19.

Esta recuperación, según dice la Consejería, de la actividad asistencial ordinaria está directamente relacionada con los objetivos del Plan Aborda, que persigue reducir las listas de espera en un 30% y situar las demoras por debajo de los 90 días. El plan, "que cuenta con una ficha financiera de 200 millones de euros y una duración de dos años", necesita que el SCS concentre en adelante los recursos asistenciales en atender la patología no-COVID.

 

Fines asistenciales

Para la ejecución de estas infraestructuras se emplearán materiales y métodos constructivos industrializados que permiten obtener soluciones de calidad en tiempos muy inferiores a los convencionales, además de flexibilidad para realizar futuras ampliaciones o el desmantelamiento posterior, en caso que superada la actual situación no fuera preciso contar con estas instalaciones.

Las 3 estructuras edificativas de las Áreas de Salud de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, así como las plantas 3, 4 y 5 del edificio “D” del HUC "se destinarán al ingreso de pacientes agudos y subagudos, derivados de los hospitales a los que se adscriben, cuyas camas podrían destinarse a pacientes críticos en caso necesario".

Estas edificaciones permitirán, asimismo, aliviar la presión asistencial de los servicios de urgencias por los pacientes por patología COVID-19 pendientes de ingreso, además de concentrar actividades como el cribado o aislamiento de pacientes, apoyo a técnicas y procedimientos de los laboratorios centrales con métodos portátiles o ubicación de unidades de salud pública, como centros logísticos de control y rastreo.