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Radio Lanzarote recibe ya los primeros microrrelatos que competirán en el certamen literario

Radio Lanzarote-Onda Cero está recibiendo ya los primeros microrrelatos que competirán en la tercera edición de este certamen literario. Además, ya se han concretado los premios para los ganadores ...

Radio Lanzarote recibe ya los primeros microrrelatos que competirán en el certamen literario

Radio Lanzarote-Onda Cero está recibiendo ya los primeros microrrelatos que competirán en la tercera edición de este certamen literario. Además, ya se han concretado los premios para los ganadores del concurso.

El vencedor se llevará una cena para dos personas en el restaurante La Tegala de Germán Blanco, en Mácher, mientras que el que quede en segundo lugar podrá disfrutar de un bono spa para dos personas en el Centro Talasoterapia Costa Calero, en Puerto Calero. Por último, el tercer premio será una cesta de regalo de la perfumería Equivalenza, en el Centro Comercial Arrecife, que puede ser para hombre, mujer o niño.

Los cuentos cortos deben tener un máximo de 100 palabras, con el título incluido. En esta ocasión, el tema de los relatos es libre, aunque la radio debe formar parte de la trama.Los microrrelatos pueden enviarse a la dirección de correo electrónico concursorelatos@lanzarotemedia.net hasta el 31 de agosto, y en la segunda quincena de septiembre se hará público el fallo del jurado Estos son los primeros microrrelatos que ya ha recibido este concurso literario:

Título: La soledad era también esto

Autor: A.H.R.

"Nunca busqué nada más allá? realmente era la orilla, el horizonte, todo.

Cual onda de radio me transportaba a su mundo cuando quería y cuando no, permanecía allí, mudo, inerte.

Yo no estaba.

No había nada más.

Nada más que su pensamiento y allí quedaba yo también como una cáscara vacía, inane? esperando su viento resucitador, el que insuflaba la vida, el que devolvía al alma su estado de gracia?

Yo no era yo, no me encontraba,pero tampoco me busqué?

No hubo nunca nada más".

Título: La cita

Autor: R.P.V.

"Cruzó la puerta del bar quitándose el sombrero que cubría ojos, cabello e ideas. Paseó la vista buscando algo conocido, se fue al sitio más alejado y esperó. Aznavour se escuchaba en la radio.

Alguien se acercó y el corazón palpitó rápido, los dedos se crisparon de nervios, las mariposas afloraron en el estómago, logró resistir.

Pasaron minutos de conversación y las ideas andaban al descubierto, necesitaba aquel objeto que era parte de su persona. Se colocó el sombrero, suspiró.

Se besaron apasionadamente.

Cruzaron la puerta del bar y juntos, se perdieron tarareando la música de aquella radio".

Título: La radio irisada

Autor: Salvador Robles Miras

"Antes de morir, el anciano donó a su nieto la radio que le había hecho compañía en los últimos lustros.

El muchacho guardó el aparato en un cajón, y, sólo años después, volvió a tenerlo entre las manos. Le puso pilas, y comprobó que funcionaba perfectamente, pero no sólo eso: al sintonizar la emisora preferida del abuelo, en la memoria del joven resplandecieron unas luces irisadas que iluminaron otros tantos episodios entrañables de su vida, y todos ellos estaban protagonizados por un anciano que, al despedirse, le regaló su objeto más preciado: la fuente de sus recuerdos".

Título: La vida de Ángela

Autor: Salvador Robles Miras

"Ciega, sola y hemipléjica, Ángela, empero, conservaba las ganas de vivir. Una vecina la ayudaba en las labores domésticas, oía perfectamente y, además, tenía una radio. ¡La radio! En cuanto se despertaba, extendía el brazo? y comenzaba el espectáculo. Un espectáculo que duraba hasta el sueño. Los viajes, la música, el deporte, las bellas artes, poblaban su mente de imágenes, sonidos y recuerdos. Cuando la ceguera y la parálisis habían abocado a Ángela al epicentro de la soledad, el oído le traía cada día a su casa el mundo entero. El oído y una radio".

Título: Propedéutica

Autor: F.J.H.

"Nunca, de pequeño, me cansaba de permanecer frente a la vieja radio de madera escuchándola extasiado. Me imaginaba que aquellos locutores, cuyas voces me fascinaban, aparecerían minúsculos a través del telón de celosías. Nunca aparecieron, y para relajar mi infantil desilusión la tomaba con ellos modificando el volumen de sus voces e, incluso, se las cercenaba totalmente. -¡Ahora están muertos! ?gritaba al aire.

Nunca imaginé que hoy en día me arriesgue a que cualquiera pueda modificar o cercenar mi voz. Si pudiera atravesar el telón de celosías? Mientras pienso, un letrero rojo me conmina a leer las necrológicas".

Título: Voces pasionales

Autor: Néstor Quadri

- Papá, lo pensé bien y quiero dedicar mi vida al periodismo.

- ¿Se puede saber por qué?

- Quiero rescatar a aquellos luchadores que nunca se rinden. A aquellos seres combativos que tratan de romper todas las redes de frustraciones, buscando alcanzar finalmente la felicidad, con la victoria final. De esa manera, con voces pasionales que cuenten con objetividad todas esas acciones, se podrán recuperar a muchos partidarios de la indiferencia y la apatía.

-Realmente no veo tu futuro, hay miles de periodistas políticos idealistas.

- Te equivocas papá, quiero ser relator deportivo en la radio.