Miguel Ángel Moratinos, ministro español de Asuntos Exteriores, aseguró en Bruselas que "en estos momentos, lo principal es que no haya un desenlace fatal" y que Aminatou "Haidar pueda abandonar la huelga de hambre", que empezó hace 23 días en el aeropuerto de Lanzarote para reivindicar su derecho de volver a El Aaiún.
"No es que la estemos presionando, ella es libre y de hecho está ejerciendo su derecho" de mantener el ayuno voluntario. "El Gobierno español no ha hecho más que mostrar su buena fe y su buena voluntad para encontrar una solución desde el primer momento", indicó Moratinos, quien añadió que su Ejecutivo "le ha ofrecido todos los instrumentos posibles para poder ejercitar su voluntad, que era intentar regresar a Marruecos", e incluso, "hemos hecho hasta un intento de viajar".
Sin embargo, el ministro español considera que, "aunque comprendemos su reivindicación y su posición política", esa "reivindicación la puede seguir haciendo, incluso con mayor fuerza, sin necesidad de mantener la huelga de hambre", pero "ella es absolutamente soberana de sus propias decisiones".
Eso sí, "el Gobierno" tiene "su responsabilidad y así ha actuado en los últimos días, cuando se conocieron las informaciones de que su vida corría peligro". Entonces, "lógicamente actuó y solicitó a un juez que hiciera las correspondientes averiguaciones". Así, "se hicieron los exámenes preceptivos" y el "médico forense llegó a unas conclusiones, de forma objetiva, de que su vida no corre peligro".
Por ese motivo, "el juez decidió no ejercer ningún tipo de actuación hasta que no haya una evolución en un sentido o en otro", explicó en rueda de prensa al término del Consejo de ministros de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores que tuvo lugar el lunes y el martes en la capital belga.
En este sentido, Moratinos se refirió a las informaciones que le llegan sobre el estado de salud de Haidar: "nos dijeron que era cuestión de horas, pero luego los médicos dicen que no es cuestión de horas, que se encuentra bien".
No obstante, reconoció que "si hay un deterioro gravísimo y su vida corre peligro me imagino que el juez volverá a intervenir".
A partir de ahora, "lo que hagamos o no dependerá de lo que diga el juez" y "le corresponde al sistema judicial decidir si se interna o no" a la activista.
ACN