Más de 100 microrrelatos concursan ya en el certamen literario de Radio Lanzarote-Onda Cero. Los interesados aún pueden enviar sus relatos cortos hasta el 31 de agosto a la dirección de correo electrónico concursorelatos@lanzarotemedia.net. Los cuentos deben tener un máximo de 100 palabras, con título incluido, y que la radio forme parte de la trama.
El vencedor se llevará una cena para dos personas en el restaurante La Tegala de Germán Blanco, en Mácher, mientras que el que quede en segundo lugar podrá disfrutar de un bono spa para dos personas en el Centro Talasoterapia Costa Calero, en Puerto Calero. Por último, el tercer premio será una cesta de regalo de la perfumería Equivalenza, en el Centro Comercial Arrecife, que puede ser para hombre, mujer o niño.
A continuación, pueden leer los más de 20 relatos recibidos durante la última semana.
Título: Sintonización.
Autor: Cristina Domínguez Peyronnet.
Tomás decidía sobre las comidas, canales de televisión, coche, piso, barrio, la ropa de María y el largo de su pelo. Lo único que ésta sentía como propio era la radio, que él le permitió conservar como reducto de su exánime voluntad. La noche en que quemó la cena, Tomás secuestró la máquina y se la llevó consigo, tras cambiar la frecuencia, al cuarto de baño, a ritmo de tango. Ella le siguió al cabo, entró, estrechó entre sus manos a su verdadero acompañante y se reunió con Tomás en la bañera, dos inconciliables y un cortocircuito.
Título: Pescador
Autor: Felipe H F
Antes de los primeros claros del día salía nuestro amigo Luis con su caña al hombro pensando donde podría sacar el jornal diario para dar de comer a su familia . Con estos pensamiento el amigo Luis con su remar pausado pero firme llego al pesquero donde anclo su pequeña chalana. Preparo sus enseres de pesca par comenzar a pescar pero el amigo Luis no sabía que el pescado sería el pues la radio dio la noticia pescador encontrado muerto en su chalana con su caña firme mente agarrada entre sus manos
Título: La Carta
Autor: Mario M. Relaño
Sonaba Sting en la radio mientras le escribía una carta sin palabras. La misiva tan sólo estaba compuesta por unos círculos dibujados con mis lágrimas. Pero no por ello me importó meterla en un sobre blanco y enviársela. Ella la entendería.
A los dos días la carta me fue devuelta con un sello que decía: "destinatario desconocido".
Creo que era la tercera vez que cometía el mismo error: mandar una carta a la mujer de mis sueños.
Título:El apagón
Autor: Cala
Y al otro lado de la radio, nada. Excitada aguardaba el regreso de la luz; cuántas horas engañaría al sueño; expectante a pesar de la escasa luna esperó. Necesitada las historias de su programa favorito; aguardaba bajo las sábanas; podía abrazarse a ellas y al aire que las envolvía. Preguntó la hora a la penumbra. "Si hoy no la escucho, le dijo, me vencerá el sueño".
Entro la claridad detrás del cristal como otras madrugadas, sus delicadas manos se desabrocharon el camisón. Luego, casi inmediatamente, asomó el pecho y lo introdujo en la boca hambrienta de su bebé.
Título: Eres tú mi amor
Autor: Joanlid
En una noche de asadero sonó en la radio la canción de Eros Ramazzoti y bailamos pegaditos. Quién me iba a decir que comenzaba nuestra historia de amor, con quién menos me podía imaginar pero eres capaz de darlo todo por mí. Que ironía de la vida tan cercas y tan lejos aunque al final juntos, unidos por la música de la radio que nos brindó el primer paso, lo demás lo escribimos nosotros con nuestro amor día a día como si fuera aquel primero.
Si alguien no cree en el amor yo le digo que existe solo mira alrededor.
Título: Te Extraño
Autor: Tania Cabrera Fernández
Son muchas las preguntas
Y jamás encontrare respuesta
Y a pesar que te lloraré ahora toda mi vida
Sé que te fuiste y que nunca volverás
Sé que te perdí y no pude hacer nada para evitarlo
Sé que tu partida me dolerá toda la vida
Sé que jamás te olvidare.
Aun en sueños te veo a mi lado
Aun jugamos como cuando éramos niños
Aun reímos con mis ocurrencias y manías
Aun recuerdo tus canciones de la radio esa música
que tanto te solia gustar a ti y que solias cantar con tu voz
Ahora en el cielo son los ángeles los que disfrutan tu presencia
Son ellos los que te tienen ahí....
Pasara el tiempo y toda la vida no será suficiente para olvidarte .
Título: Música en la tragedia
Autor: Inés Francisco
Colgué el teléfono y flotando llegué al baño, hacía mucho calor y la blusa se negaba a abandonarme; desnuda al fin, y como hoy la noticia estaba en mi vida, sintonicé la radio en busca de música, subí el volumen a tope, abrí la ducha y millones de gotas de aguas cayeron como un torrente sobre mi cara; empecé a tararear primero, después un do de pecho tímido, y con el estribillo llegó el gritó: vomité todo el dolor por la boca.
Título: Impulsos caros
Autor: Inés Francisco
"?devórame otra vez, devórame otra vez?" Un hilillo de humo blanco descendía de forma antinatural al asfalto, al tiempo que millones de cristales se mezclaban con finas láminas de acero que oprimían su encorvado cuerpo; su boca le sabía ahora a niñez, al sabor de las heridas; la gente se agolpaba a su alrededor, apenas los sentía lejos, distantes, ausentes? La música seguía sonando en su cabeza y entonces tuvo la certeza de que él jamás volvería a devorarla.
Título: Tardes de domingo
Autor: Inés Francisco
Metía las manos en el balde y volvía a poner la carnada en el anzuelo, siempre me pregunté cómo hacía para colocar la silla de director en aquel irregular y peligroso paisaje. El transistor en lo alto de la roca se oía nítido y claro, los goles los cantábamos al unísono y nuestro ánimo se elevaba según los aciertos en la quiniela? ? No te salgas del charco Marcialito, está la mar virada.
Título: La soledad atenuada
Autor: Inés Francisco
Le dio dos golpes secos con la mano, había probado quitarle, sacudir y soplar las pilas, y hasta con la punta del lápiz había estirado y enderezado los resortes. Se volcó sobre la gaveta de la cómoda en busca del viejo cable, pero solo encontró un papel amarillo con las instrucciones. Decidida, estrenó la rebeca gris de los Reyes, cogió su muleta y media hora después estaba de vuelta y en compañía de la invisible y fiel presencia que era la radio en su vida.
Título: "Solos en la madrugada"
Autor: Eduardo Cartolano
La lluvia no cesaba y el viento golpeaba estrepitosamente las ramas de los árboles formando figuras serpenteantes que daba escalofrio el sólo ver las sombras reflejadas en mi ventana, donde observaba el espectáculo café en mano a punto de salir para hacer mi programa matinal de radio. "Solos en la madrugada", así se llamaba, cuando me disponía a salir a la calle, me miro al espejo y me veo, pijama, cara dormida, dientes con pasta dental, pelos revueltos, ............................. me doy cuenta que sólo ha sido un hermoso sueño.
Título: La última nota
Autor: Mickaël Martínez Metrouni
-Cariño, he oído en la radio que hay un concurso de relatos, el primer premio es una cena para dos. Envía un relato.- me dijo.
-No.
-Sabes que se te da bien escribir.
-Se me da bien porque nadie me obliga a hacerlo.-respondí.
Se enfadó, pegó un portazo y se marchó, supe que era el momento. Le escribí una nota.
"Te dejo un relato en la mesita de noche, si ganas pídete el solomillo a la pimienta, lo hacen riquísimo."
Cogí una soga, la até al techo e invité a la muerte a bailar.
Título: Esperanza
Autor: Mercedes Fernández Alarcon
"Pintarse la cara color Esperanza..." una bella canción suena en la radio esta tarde fría de invierno, mientras una madre llora rota de dolor, ¿por qué lloras mamaíta? dice su hijo sin entender que pasa
de repente la radio dejó de sonar y las luces de la casa se apagaron, mira mi niño has de ser fuerte y tener Esperanza como dijo la canción pues aunque nos corten la luz por no tener dinero y nos echen
de la casa que te vio crecer, que tu corazón no odie mi niño, mi querido niño ten siempre fe.
Título: Casta diva
Autor: Jose Luis Arnal Gonzalvez
Resignado, pongo la radio, el lector de CD´s no funciona y no se conducir sin ruido de fondo. Emisora al azar, noticias, nada especial, el mes de agosto es lo que tiene, más de lo mismo hasta la saciedad? Y, de repente, entre sección y sección, un aria sublime, arrebatadora? Norma canta a la luna que tiñe las plantas de plata. Esbozo una sonrisa, son las siete, voy a trabajar; estoy cansado, aún es miércoles. Pero hoy no soy otro autómata entre tantos, embriagado de belleza contemplo la salida del sol. Si no fuese por estos momentos?
Título: Juego de niños
Autor: Ana Negrín
"Un simple aparato hacía que una pequeña criatura que aún jugueteaba en una cuna de 70 x 140 le alegrara los días, tal vez las tardes y las noches. Un aparato capaz de llenarlo de curiosidad, con el que a pesar de "torturarlo" como hacen todos los bebés con todo lo que aparece a su alrededor, lo cuidaba a su manera, llamaba su atención y podía pasar horas sintonizando emisoras sin saber en que consistía ese mundo que tenía entre manos.
Dicen que tiempo al tiempo, ese bebé cambió la cuna por un estudio. Su vida es la radio".
Título: Factoría
Autor: Julia GR
Retumban en mi cabeza las palabras que quiero plasmar pero no quiero oirlas. Enciendo la radio, subo el volumen?no funciona: siguen aquí, las sigo escuchando. Y mis lagrimas no podrán borrarlas, no podrán correr la tinta de lo que escriba. Pero tengo la creencia de que si salen de mi podré darles forma, perderlas y deshacerme de ellas.
Subo un poco más el volumen?cierro los ojos y mis índices buscan las muescas de las letras j y f de mi teclado para no tener que rectificar lo que escriba:
Era un día como hoy hace ahora dos años cuando?.
Título: La voz
Autor: Felipe HF
Sentado en la parada de la guagua sin saber en que parada lo dejaría el destino. Pues sólo estaba y no veía futuro ni esa parada de la ilusión y las ganas de vivir. En esto para un coche con la ventanilla abierta y escucha una voz que le izó levantar la cabeza y buscar a esa voz que le recordaba tiempos de fiesta ronda y buenos momentos y cuando escucho se despide de ustedes. Francisco José y el coche arranco y no pudo escuchar como terminaba la despedida pero el la término. Navarro desde Radio Lanzarote
Título: Pronósticos nocturnos
Autor: Cedes Rdgz
Cada noche, después de observar el cielo, se iba a la cama con la radio pegada a su oído. Le bastaba con saber qué se "cocía" por el mundo aunque no pudiera hacer nada ante los desastres que oía en las noticias. Pero sobre todo, era el parte meteorológico lo que más le interesaba. Saber si lo que había observado en el cielo se cumpliría. Si haría viento, calor... o la ansiada lluvia llegaría.
Aquellas voces, ya tan familiares, se habían convertido para él en una necesidad, en el arrullo para dormir en conciliación con el universo.
Título: Plácida magia
Autor: Ricardo Gómez Tovar
Sigue durmiendo como un ángel en su cuna. A las diez abrió un ojito e hizo ademán de despertarse, pero se lo pensó mejor. Debió de percibir en su nívea duermevela el hollín posado sobre las ondas electromagnéticas. Tengo preparada una nana por si vuelve a la realidad antes de tiempo. Empieza con una redonda alabastrina y termina en una esperanzada semicorchea. Apago la radio y me sintonizo a la estela de su luz. La contemplo y respiro su mansa paz, dibujando arabescos con su perfil de bebé. También hace magia. Ayer mismo, balbuceó un abracadabra sin varita.
Título: La muerte
Autor: Susana Carrasco González
Ángel despertó con el suave ronroneo de su radio, que olvidó encendida durante toda la noche, la misma parlanchina que había mecido sus sueños hasta sumirlo en el espeso letargo de Morfeo. Apura un sorbo,-"¡ay qué rico mosto helado!"(piensa para sí) y sale a encontrarse con el indigente de abajo para invitarle a desayunar churros; Acto seguido se desvanece como una pluma y su alma es despegada para emprender el último viaje, hace intentos por coserla de nuevo a su cuerpo, pero ya le reclaman del otro lado agitando las manos entre murmullos, sombras, figuras espigadas?divisa un túnel, una opaca luz blanca le atrae desde el fondo, y lo arrastra lejos, lejos?
Título: Determinación
Autor: Echeyde Rodríguez
El empeño de aquel aspirante a escritor nunca estuvo bien acompañado de unas altas dosis de talento, no obstante el empecinamiento de garabatear argumentos incoherentes con algún que otro fallo ortográfico suponían la mejor vía de escape a su desmadejada existencia.
Esta exposición algo visceral de sus relatos tampoco fue un handicap a la hora de buscar el motivo por el que escribía .
¿Era acaso un entretenimiento transitorio una vocación dormida en los laureles de la inactividad, o un mero divertimento que lo apartase de las sacudidas del aburrimiento?
Quería estar entre los siete finalistas
Título: Sol radiante con olor a sal
Autor: I. Torres S.
Sol radiante y luna, para nosotros, siempre llena.
Nuestra infancia y adolescencia transcurrió en ese muelle mágico. Los primeros besos y lágrimas de amor. Se compartía todo con esos amigos que nunca olvidas. De día y de noche, nadando, cantando y bailando al ritmo de los acordes de un viejo transistor.
Qué poco nos bastaba para ser felices: el mar y la radio.
Recuerdos impregnados de olor a sal, inocencia, ilusiones, sonrisas y libertad.
Sin Título
Autor: Ignacio Pacheco Cabrera
Una noche una risa la despertó. Pensó que era la radio. Pero, cuando miró a la estantería, el muñeco movió la cabeza y le sonrió. Hacía una semana que su tío lo había arreglado, rellenándolo con serrín del patio de atrás, que pertenecía a un crematorio. Todas las noches bajaba, le decía cosas al oído y la tocaba. Nadie la creyó, hasta que enfermó y su madre, teniéndola en brazos, lo vio sonreír. Días después, el padre lo quemó. Pero al tío no se le volvió a ver. Dicen que de repente ardió, dejando su sombra sobre la acera.
Título: Requiem
Autor: Mercedes Fernández Alarcón
Fernando se tiró por el balcón, no encontró otra salida, ahora es noticia en la radio del pueblo, se quedó sin empleo, sin casa, sin dinero, la angustia de vivir le atravesaba el alma, ya no era parte de la sociedad y quiso ser parte del cielo. Un puñado de billetes fueron la causa, los que tiñeron de sangre su cuerpo al caer, ahora es tu tumba el hogar del que te echaron, son los muertos los que te han de proteger, las estrellas tus fieles compañeras, hallaste la paz Fernando, la paz que te quisieron vender.
Título: El fantasma leonés del Starbucks
Autor: José Manuel Gómez Vega
Al salir del París todo parece distinto. Me giro y compruebo que ahora el bar tiene un nombre imposible. Vuelvo a entrar. Ni rastro de la vieja Adagio. Abro el periódico y compruebo, ¡horror!, que La Cultural está en Tercera División. Sufro un vahído. Al recuperarme, la desdentada Adagio vuelve a ocupar su rincón, y a mí ya no me cabe ninguna duda.
Tras ganar la liga llamo par dejar un mensaje en la radio, que enseguida retransmite el Diario Hablado: «Fantasmo busca a fantasma para compartir juntos la eternidad. La espera, como siempre, en el París».
Título: Comunicación
Autor: Juan Herminio García-Zeballos
Como lo hacía habitualmente, al levantarse encendió la radio y recordó aquel viejo romance medieval que solía cantar de niño: "Por el mes era de mayo cuando hace el calor?". Se lavó la cara y se sentó en la cama a esperar la hora del desayuno; el café y las dos galletas eran dejadas puntualmente a diario en la abertura giratoria de la puerta blindada.
Después, nada hasta el otro día, donde el ritual se repetiría y se volvería a repetir a perpetuidad. El aparato parlante, era su única conexión con el exterior.
Título: La rosa amarilla
Autor: rricardo her
¡Uf, cuánto calor hacía hoy! . Otra vez el sol la encandiló por la "rendijita" de la ventana.
Joanna se sentó en su banquita favorita y, cruzando las manos sobre el regazo, se dispuso a hacer lo que, de un tiempo a esta parte, era su único pasatiempo: ver pasar la vida. Así, sin más...
-"Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre..."
Se volteó hacia la radio esbozando una amarga sonrisa. ¡Cómo le encantaba Nino Bravo!
Oteó la calle vacía. Todo seguía igual. Ah...no...en el jardín de enfrente había nacido una hermosa rosa amarilla.
Título: Iluminación
Autor: Rocío de Juan
Fue un día de finales de enero. Lo había sabido por la radio, pero la carta que había recibido confirmó las negras noticias. Salió a la calle, decidida a no darle al remitente la satisfacción de su conformismo. Volvió con una caja de velas y una palmatoria, y arrojó satisfecha a la basura la factura de la luz.
Título: El transporte
Autor: Cathaysa Morales Martín
Kilómetros y kilómetros de distancia son los que me separan de ti, pero decido ir a buscarte. Pongo la radio del coche y siento que me como el mundo, la música aviva mis sentidos, admiro el paisaje, el atardecer que se apaga, ese monumento que se queda atrás, y a ti,que todavía estas tan lejos. ¿Y por qué seguir, seguir detrás de lo inalcanzable? Detengo el coche con la radio puesta y me tiro sobre la arena mirando al cielo. Finalmente solo la voz de la emisora consigue transportarme lejos de aqui, hacia donde estás tú.
Título: Alma limpia
Autor:Luisa María Perdomo Acuña
Caminábamos juntos por la maravillosa e incomparable playa de Famara. A lo lejos se oía una melodía suave que me recordó la música que escuchábamos en aquella vieja radio y mientras cogías mi mano pasaron por mi mente imágenes de todo lo que hemos vivido juntos. "Te quiero", tienes el alma limpia, transparente, solo comparable al agua que brota pura y cristalina del manantial de la vida. Me gustaría bucear en ella y admirar los tesoros escondidos que se adivinan a través de tu mirada.
Título: Sueños lejanos
Autor: Miriam Hernandez
Seguía soñando que alguna tarde soleada de agosto volvería para acariciar sus cabellos blancos. Seguía soñando que bailarían juntos el mismo bolero con el que habían empezado su romance, fantaseaba con besos prohibidos y acordes guardados para siempre en aquella vieja radio. Al otro lado del Atlántico, seguía soñando con su mirada de fuego y salitre, no había olvidado la ternura de sus palabras y en secreto, lo esperaba.
Título: Recuerdos enterrados
Autor: Miriam Hernandez
Miró por última vez aquella foto amarillenta y Volvió a contemplar los ojos almendrados de aquella muchacha tan esbelta, tan llena de vida. Luego la guardó para siempre, como la radio en la que solía escuchar esa emisora prohibida, como los viejos discos de vinilo, como su corazón.
Título: Noches de verano
Autor: Miriam Hernandez
La luna se acercó juguetona para acariciar sus rostros enamorados. Bailaron abrazados aquel bolero que sonaba en la vieja radio del abuelo. Con el sabor a salitre en su piel, se amaron sin freno hasta que el cielo estuvo cubierto de estrellas. Luego las contaron, jugaron con ellas y soñaron sueños de espuma y maresía. Cuando llegó el sol los bañó con su brillo y juntos, emprendieron el camino hacia una nueva vida.
Título: Voces mágicas
Autor: Miriam Hernandez
Siempre guardaba un sonrisa dentro de la chistera para en cualquier momento, hacer magia. Encendía su viejo aparato de radio para escuchar una y otra vez aquella voz dulce y llena de matices que había conseguido despertar a su arrugado corazón. Cerraba los ojos para sentirla más cerca y a su manera, era feliz.