El Parlamento Europeo aprobó el pasado mes de julio una directiva para restringir la comercialización de determinados aparatos de medición que contienen mercurio. Los Estados miembros disponen de dieciocho meses para aplicar las disposiciones que contiene la misma así como de un año, a partir de la fecha de su publicación, para adoptar y publicar las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar cumplimiento a lo establecido.
La directiva sólo restringe la comercialización de aparatos de medición nuevos, no los que ya están en uso y comercializados en el mercado. Quedan exentos de la prohibición aquellos aparatos con más de 50 años y los barómetros (instrumento para determinar la presión atmosférica). Con la puesta en marcha de esta iniciativa se pretende reportar beneficios para el medio ambiente y, a largo plazo, para la salud humana.
En cuanto a la utilización en el sector sanitario, la Comisión Europea ha presentado una propuesta para que todos aquellos aparatos que lleven mercurio se eliminen de forma progresiva, siempre que sea posible desde el punto de vista técnico y económico.
El mercurio y sus compuestos son extremadamente tóxicos para los seres humanos. La principal fuente de exposición es la alimentación, concentrándose en toda la cadena alimentaria acuática, lo que hace particularmente vulnerables a las poblaciones que consumen mucho pescado y mariscos. Del 80 al 90% del mercurio utilizado en aparatos de medición y control se utiliza en termómetros médicos (para la fiebre) y otros termómetros de uso doméstico. Aunque éste se utiliza cada vez menos, las cantidades siguen siendo significativas. Sólo a través de los termómetros entran anualmente en Europa entre 25 y 30 toneladas de mercurio.
ACN Press