Loreto Mercedes G., la trabajadora del Instituto Social de la Marina afincada en Las Palmas de Gran Canaria que resultó gravemente herida y perdió a una hija de 20 años en el accidente aéreo de Barajas del pasado verano en que murieron 151 personas, la mayoría canarias, volvió a reclamar el martes, en declaraciones a los periodistas a la salida del juzgado de Madrid que investiga el caso, que "de verdad se aclare lo que pasó y por qué pasó, y que las cosas que se hicieron mal no se vuelvan a repetir".
"Queremos que quien haya tenido la culpa a cualquier nivel lo pague, que se identifique a los responsables para que se haga Justicia", dijo con serena emoción tras volver a pasar por las dependencias del juzgado para un reconocimiento médico por el forense, junto a otros once supervivientes de la tragedia del vuelo JK5022 de Spanair
Siete de ellos, además de la propia Loreto ya habían acudido a declarar ante el juez Juan Javier Pérez con anterioridad. Embargados por la emoción, ninguno de los otros tres que lo hicieron por primera vez quiso hacer declaraciones expresas a los periodistas, limitándose uno de ellos a dar gracias al agua del río en que cayó entre los resto del avión por haberle salvado de las llamas, o a agradecer al policía que lo recogió y la ambulancia que lo trasladó al hospital el seguir estando vivo.
Eso sí, según fuentes jurídicas personadas en la causa, todos ellos coincidieron ante el juez en señalar que durante la carrera previa al despegue frustrado les pareció que el avión "no tenia suficiente fuerza y empuje" y en que "parecía que iba flojo de potencia".
Incluso alguno de ellos dijo informalmente después a los periodistas que, segundos antes de la catástrofe, aún tuvo tiempo de intercambiar con una de las azafatas una mirada de adiós intuyendo la tragedia.
"No parece normal, y no parece que actuaran con la rapidez y eficacia necesaria", dijo tras volver a referirse también, como ya hiciese en diciembre, a que el impacto pudo agravarse por la vaguada existente junto a la pista.
En este sentido, el lunes también se produjo la declaración de uno de los primeros policías nacionales que llegaron al lugar del siniestro procedente de la comisaría de Hortaleza, quien señaló que, cuando llegó allí, diez minutos después de recibir el primer aviso, el tráfico de aviones en las pistas adyacentes continuaba con normalidad.
Peritaje
Por lo demás Loreto G. no valoró negativamente el retraso que en la investigación judicial ha supuesto la recusación de varias peritos de la comisión de investigación nombrada por el juez, y que se haya solicitado a la Agencia Europea de Seguridad Aérea un peritaje independiente sobre las causas del siniestro.
"Es bueno y habla a favor de la investigación que se trate de buscar la gente más imparcial", manifestó esta superviviente tras indicar que "lo que todos queremos es que la seguridad aérea sea la máxima" y que aunque "las heridas físicas van sanando", con el paso del tiempo lo que no sanan son "las pérdidas emocionales".
ACN Press