La sal marina que se produce en las Salinas de Janubio está "libre de microplásticos". Así lo ha asegurado la empresa, que afirma que fue sometida a un "exhaustivo" análisis "sin que el ensayo detectara su presencia".
Según explica, la muestra fue realizada por Laboratorio TRESa, se recogió el 11 de noviembre pasado, el ensayo comenzó ese mismo día y concluyó el 18. El informe concluye que el producto sal marina de Lanzarote de Salinas de Janubio "no contiene microplásticos de las familias analizadas (Polipropileno, Polietileno de alta densidad, Polietileno de baja densidad, PET, Nylon)", afirma.
El análisis fue encargado por Salinas de Janubio, SL, la empresa que produce sal marina por métodos artesanales en dicho espacio. Al acreditar que la sal marina de Janubio, así como sus salinas, están libres de plásticos, la empresa apunta que evidencia su responsabilidad "con la salud humana, con el medio ambiente y con la calidad de los productos que elabora dentro de este espacio natural protegido".
Gran medalla de Oro de Canarias
Así considera que lo acredita también que la flor de sal de Salinas de Janubio obtuviese el pasado día 18 de noviembre la Gran Medalla de Oro de Canarias en el II Concurso Oficial de Sal Marina Agrocanarias 2019, en la categoría 'Flor de Sal', promovido por el Gobierno de Canarias.
"Desde los inicios de este siglo, los fragmentos de plástico, fibras y gránulos, conocidos como microplásticos, son considerados como un nuevo tipo de contaminante por sí mismos. Se trata de piezas de menos de 5 milímetros que, una vez que se liberan al medio ambiente, pueden llegar al ser humano a través de su ingesta por distintos seres vivos. Cuando los microplásticos terminan en el océano, son recogidos, movidos y descompuestos por las corrientes oceánicas", explican desde la empresa.
Situadas en el término municipal de Yaiza, "las Salinas de Janubio es una de las zonas húmedas salineras más importantes del mundo y el ingenio salinero más sobresaliente de Canarias, así como las de mayor tamaño e interés del archipiélago", apunta la empresa. Este espacio data de finales del siglo XIX "y su relevancia radica en que se trata de una intervención humana en el territorio estrechamente asociada a una explotación económica tradicional", añade.
Al respecto, se explica que la sal marina se recoge en tiempos soleados y la zafra discurre de abril a octubre, dependiendo de la climatología. La época invernal se aprovecha para trabajos de limpieza y mantenimiento de tajos y cocederos. La sal resultante se envasa en el antiguo almacén de la sal, reconvertida en Bodega de la Sal, que es el lugar donde empiezan y terminan las visitas guiadas que se ofrecen a los visitantes a estas centenarias salinas. Además, aquí se pueden adquirir los diferentes tipos de sales marinas que se elaboran en Janubio.