"Esto era una pareja que entra en la estación de guaguas de Arrecife y le pregunta a la taquillera: "¿a qué hora sale la próxima guagua hacia Haría?" "En una hora", contesta la oficinista que les atiende. "Y mire, ¿no será una mujer la que lleva la guagua?", vuelve a requerirle. ¿Y por qué lo pregunta? se extraña la taquillera. "Es que las curvas de Haría son un poco peligrosas?". Esto, que puede sonar a un chiste o a una broma de mal gusto, es lo que le ocurrió recientemente a Blanca Martín que trabaja en la oficina de la estación de Arrecife. "Hacerme ese tipo de comentarios por que le daba más miedo que lo llevara una mujer que un hombre me sorprendió mucho; y esto me pasó hace sólo unas semanas".
Que cerca del 30 por ciento de la plantilla de Arrecife Bus sea mujer en pleno siglo XXI, cuando se nos llena la boca de hablar del progreso social femenino, es un dato lógico. Lo que sorprende es que ese treinta por ciento sea un hecho noticioso motivo de un reportaje porque sigue sin ser un dato habitual en los puestos históricamente ocupados por hombres. En Arrecife es una estampa habitual, pero aún así Maura Mendoza, conductora de guagua, resalta cómo muchas mujeres le felicitan por ocupar ese puesto y Blanca recuerda como un día antes un amigo le comentaba que se había quedado extrañado al ver una mujer al volante. Actitudes que vuelven a revelar que para algunos sigue habiendo diferencias.
Desde que Eugenia Rodríguez comenzara a trabajar como conductora hace ahora dos años y medio ha notado el incremento de mujeres en la plantilla. Según el responsable de la estación de guaguas de Arrecife, Pedro García, ha sido siempre uno de los objetivos de la empresa. La propietaria Esther Cabrera Quintero hace varios años acordó con el Cabildo la contratación de mujeres a través de subvenciones para un programa que pretendía integrar a personas con problemas. Al margen de esta medida puntual, la contratación de mujeres u hombres en la empresa es indistinta.
Eso sí, la mayoría de ellas reconocen que, aunque cada vez está más normalizado, suelen enfrentarse a descalificaciones y bromas por su condición de mujer. "Como muchos de los viajeros son turistas depende también de dónde vengan. Además, la mayoría de la gente que nos dice algo es mayor. Entre los jóvenes están más concienciados", explica Eugenia. "Pero justo ayer ?por el miércoles ? me encontré con un amigo que me dijo: "hoy he montado en una guagua y la conductora era mujer", cuenta Blanca.
Celebrar el Día de la Mujer Trabajadora, cuando actualmente una amplia mayoría de mujeres trabajan parece innecesario. "No sé por qué sorprende tanto, las mujeres tienen que trabajar como los hombres para comer", demanda Blanca. Por eso, su significado y la dimensión social que ha alcanzado esta conmemoración han convertido al 8 de marzo en el Día de la Mujer. Undía en que haciendo un repaso por la realidad, sigue siendo un hecho anecdótico ver a las mujeres en determinados sectores.
Pero si para esta empresa el género no influye en las características del trabajador, los datos nacionales y de Canarias de la última encuesta de población activa vuelven a poner de manifiesto una realidad menos halagüeña. Más paro entre las mujeres, y menos sueldo, hasta un 21, 3 por ciento en el archipiélago. Y es que casi un siglo después de que las reivindicaciones de las mujeres tomaran rango de lucha real, la ruta hacia la igualdad sigue encontrando algún que otro obstáculo en el camino.