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La hermana Paciencia relata cómo superó el ébola en África y pide a la sociedad que no tenga miedo a pacientes recuperados

"Podemos hacer vida normal, abrazar y dar la mano. Que se quiten ese miedo", solicita en una entrevista en Radio Lanzarote-Onda Cero?Escuche la entrevista realizada por Techy Acosta.

La hermana Paciencia relata cómo superó el ébola en África y pide a la sociedad que no tenga miedo a pacientes recuperados

La hermana Paciencia Melgar Ronda ha concedido este jueves una entrevista a Radio Lanzarote-Onda Cero en la que ha explicado cómo consiguió combatir el virus del ébola en Liberia (África), encerrada durante dos semanas en un lugar no preparado para este tipo de pacientes. Además, ha querido enviar un mensaje a la sociedad para que no tenga "miedo de las personas que se han recuperado del ébola, porque ya no tienen el virus y no pueden transmitir la enfermedad a nadie".

"Podemos hacer vida normal, abrazar y dar la mano. Que se quiten ese miedo", ha pedido la hermana Paciencia, cuyo caso de recuperación se ha llegado a calificar de milagro. Desde el pasado 25 de agosto, se encuentra "perfectamente, muy bien" y se alegra mucho del estado de salud de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, "después de haber pasado un tiempo de terror y de sufrimiento". Precisamente, su plasma fue utilizado para el tratamiento de esta paciente.

La religiosa guineana lleva 11 años en Liberia y fue compañera del primer misionero fallecido, el sacerdote Miguel Pajares, que pidió hasta el último momento que ella fuera trasladada también a España. Sin embargo, tuvo que enfrentarse al ébola desde un lugar de aislamiento en Liberia, con cuartos individuales "separados por biombos" y camillas "sin colchón y sin almohada".

Sólo había un baño para unas 30 personas, que cuando se llenaba "rebosaba". Los pacientes también podían utilizar algunos cubos, que llegaron a convertirse en objetos imprescindibles. La hermana Paciencia no se quedó inmovilizada en una cama, sino que "veía todo lo que pasaba alrededor" e, incluso, a veces tenía que echar una mano a otros afectados.

En África, miles de personas han muerto a causa de este virus, y precisamente por ello la hermana Paciencia considera que "no hay comparación" con lo que ha ocurrido en España. "La gente se alarmó mucho en este país e, incluso, se preguntó por qué habían traído a los misioneros. Llegaron a decir cosas que uno no esperaba", admite.

Pese al terror y a la pesadilla que ha vivido, está dispuesta a volver a Liberia para ayudar a la gente que está pasando "por este momento tan terrible", aunque el hospital continúa cerrado. La hermana Paciencia, que actualmente se encuentra en Madrid, pertenece a la Congregación de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, que cuenta también con la Fundación Signos Solidarios.