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El Marítimo Pesquero al descubierto

Junto al mar en la Avenida de Naos se encuentra el Marítimo Pesquero de Canarias. Allí se mezclan los alumnos de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) con los que acuden a los ciclos y cursos de enseñanza ...

El Marítimo Pesquero al descubierto

Junto al mar en la Avenida de Naos se encuentra el Marítimo Pesquero de Canarias. Allí se mezclan los alumnos de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) con los que acuden a los ciclos y cursos de enseñanza marítima. Algunos de estos últimos viven en la residencia que está en el mismo recinto, a la que acceden a través de una beca del Gobierno de Canarias. Allí vive Francisco Miguel, un pescador de 34 años de La Palma que está estudiando un curso de Patrón Local de Pesca que dura unos dos meses y medio.

Lleva desde los 15 años dedicándose a la pesca por tradición familiar. Su padre era patrón "siempre le ha gustado el mar, nos ha transmitido eso y hay que seguir la tradición porque nos gusta también". Aunque le encanta, reconoce que la pesca es dura, "tienes que echar muchas horas para coger pescados y ahora mismo, el pescado está también escaseando". Sin embargo, sueña con tener su propio barco y una vez que acabe el curso y se enrole durante 18 meses tiene intenciones de comprarse su propia embarcación. "De momento estoycontento con mi curso, con ilusión para sacármelo".

Por los pasillos de la residencia en la que se aloja Francisco Miguel, Juan vuelve a su cuarto. Este joven de 30 años nacido en Rosario (Argentina) llegó hace unas cuatro semanas desde Ibiza para estudiar el ciclo formativo de Técnico Superior en Navegación, Pesca y Transporte Marítimo. Comparte habitación con Pedro, otro estudiante del Marítimo Pesquero. Pedro es de Vigo, pero su residencia antes de llegar a Lanzarote estaba en Fuerteventura. "Estoy quemado de la hostelería y quiero que mi hobby se convierta en profesión" dice. Ambos han mantenido siempre contacto con el mar a nivel deportivo y comentan que la salida que más les interesa de sus estudios es la del turismo, navegando en barcos que se dediquen a este sector. Además están ilusionados tanto con la residencia, ya que no se tienen que encargar ni de pagar un alquiler, ni de costearse la comida porque que están becados, como con la salida que tienen prevista en el barco de la escuela llamado La Bocaina. "Es como volver a la juventud" dice Pedro.

A Pedro le quedan cuatro años por delante. Y es que tal ycomo afirma el director del Marítimo Pesquero, Fernando Camacho, "si estudias un ciclo formativo de peluquero, terminas el ciclo, y ya puedes cortar, en esta formación tú terminas y no puedes hacer nada". Dice que una vez finalizados los estudios, a quienes quieran ser patrones de cabotaje (pasaje), por ejemplo, Capitanía Marítima les obliga a tener dos años como marineros y varios certificados. Así, Fernando resalta que una de las ventajas de la escuela es que el alumnado, mientras estudia, obtiene todos los certificados que le pedirán en el futuro, para así "ahorrar dinero y tiempo".

Salidas de los marítimos

Según Fernando, los trabajos de un barco de cabotaje o de uno pesquero suelen ser las principales salidas de los cursos y ciclos marítimos.

Aunque la pesca decae, hay alumnos que se quedan trabajando en el sector pesquero, ya que "hay demanda porque no hay profesionales". Fernando dice que "vamos perdiendo atuneros, desde el año 90, ya que de la treintena de atuneros hemos pasado a por debajo de la decena, pero la pesca sigue existiendo, aunque los metros del barco pesquero son más pequeños". Para el director de la escuela "la gente a la que le gusta la pesca, termina en barcos artesanales". Aunque también indica que otros han entrado a trabajar para compañías como Pescanova o Calvo, "que son barcos que van ala merluza? en condiciones extremas".

En cuanto a la otra salida, la del cabotaje, dice que no es igual que la pesquera, "la pesca te tiene que gustar, el cabotaje es distinto". Fernando comenta queel pasaje no es tan duro; "Llega una guagua al muelle con los trabajadores que se suben a bordo del barco y realizan una excursión marítima, volviendo después al muelle para que cada uno duerma en su casa, mientras que, en el barco pesquero puedes estar 7,10 ó 12 días en alta mar".

Los de máquinas

Además de los cursos marítimos, también se imparten los que se centran en el mantenimiento de las instalaciones de los buques y Alma, una joven de 19 años de Máguez, es la única fémina en su clase que recibe este tipo de lecciones. No tiene como ir y venir todos los días a su localidad, por lo que se aloja en la residencia. Cuando termine el ciclo tiene un abanico de posibilidades abierto, "me gustaría embarcarme o seguir estudiando; ir a la Universidad o hacer el superior de máquinas".

En cuanto a las salidas de este curso Fernando señala que "son más en tierra que en mar, porque Unelco e Inalsa demandan muchos profesionales, ya que sus motores son exactamente iguales que los de un barco". El director de la escuela indica que "muchos de los que navegan, cuando deciden desembarcarse se quedan trabajando en un complejo de apartamentos de planta como jefes de mantenimiento".

De hecho,algunos de los estudiantes, no se plantean ni siquiera trabajar en el mar. Este es el caso de Xabi y Eneko, dos vascos de Usurbil (Guipúzcoa) de 23 y 25 años respectivamente, que comparten mesa en el comedor de la residencia antes de ir a las clases del superior de máquinas. Llevaban varios años trabajando en el sector de la producción y ya estaban "aburridos", por lo que decidieron venirse a la isla "para salir de casa" y "probar" en este sector.

En definitiva, el Marítimo Pesquero acoge en sus ciclos formativos a más de 100 alumnos, procedentes de Canarias, diversos puntos de la península e incluso extranjeros, que han comenzado un curso en el que estarán ligados al mar o a la maquinaria de las embarcaciones que navegan en él.

Adaptarse a los nuevos tiempos

"Nosotros nos hemos ido adaptando a los nuevos tiempos" afirma el director del Marítimo Pesquero, Fernando Camacho. Han tenido que introducir muchas novedades, ya que todo cambia.Así, Fernando comenta que actualmente, los barcos de litoral son más pequeños, que aparecieron los barcos auxiliares, los de cabotaje para el turismo y el sector acuícola, entre otras muchas cosas. Por ello, han tenido que ir adaptando la escuela con simuladores, nuevas tecnologías e instalaciones. "Casi llevamos 12 años invirtiendo dinero en la escuela". Actualmente, se imparten dos ciclos de grado superior y cuatro de grado medio, además de cursos de formación marítima como capitán de pesca o patrón local de pesca.

Él le pone un 10 a las instalaciones del centro que dirige, que cuenta entre otras cosas, con un planetario donde los alumnos aprenden a guiarse en el mar a través de las estrellas, un laboratorio de física, otros dos de química y biología, una piscina de 30 metros para hacer inmersiones subacuáticas, una planta de cultivos marinos, multitud de simuladores,un buque escuela llamado La Bocaina, de 30 metros de eslora y un yate de vela de 15 metros de eslora, el Goana, que según cuenta el conserje del centro fue un donativo hecho a la escuela, después de que se le incautara a un traficante de drogas.