En grupos organizados por cada uno de los centros, y rotando por todos los deportes y juegos canarios, los alumnos de 1º y 2º de Eso de los centros educativos de Lanzarote han tenido la oportunidad de disfrutar con su aprendizaje y su práctica.
El calabazo ha sido uno de los juegos más concurridos, con el que los jóvenes han podido refrescarse en medio de unas jornadas especialmente calurosas. Otras prácticas han sido el juego del palo, el levantamiento de arado y de piedra, el salto del pastor, la pina o la bola canaria.
Algunos de ellos, como el juego del palo, consta en documentos de hace más de medio siglo. La mayoría de estos juegos son prácticas que se realizaban antiguamente en Canarias para sobrevivir. "El juego del palo era antes una fórmula de defensa y ataque", explica el entrenador de este juego.
Entre los niños prima la curiosidad y su interés por conservar estas prácticas, que ya forman parte de la cultura canaria. "Está bien que hagamos un esfuerzo por conservar los deportes autóctonos canarios", explica Francisco, un jugador de palo. "Estas demostraciones nos permiten conocer mejor el lugar donde vivimos y lo que hacía antes la gente, cuando no había máquinas ni nada", añade Laura, otra joven.
Aunque el objetivo de estas jornadas es promover los juegos canarios, desde la Consejería de Juventud y Deportes se pretende continuar con su apoyo también en el día a día. "Intentamos que esto no quede aquí", ha explicado Francisca Toledo, consejera del área. "Pretendemos seguir con estos juegos por los colegios y las fiestas locales de los municipios, y promocionarlos desde el departamento de deportes, por ejemplo, aportando el material, como la bola de madera que es conejera. Trataremos de dar facilidades a los colegios y videoclubs para que promocionen estas prácticas".