El consejero, que presidió la inauguración de las "Jornadas de Plagas y Enfermedades en Palmeras" que se están celebrando en Las Palmas de Gran Canaria, afirmó que los canarios "debemos ser conscientes que vamos a tener un huésped más en las Islas Canarias y tenemos que estarlo controlando continuamente con los medios que se conocen".
Estas Jornadas son una de las medidas puestas en marcha por la Administración regional para luchar contra esta plaga, ofreciendo información a los profesionales del sector. Y es que el Gobierno de Canarias inició un programa de detección y erradicación hace tres años, y en que colabora el Ministerio de Agricultura y las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura del Gobierno canario.
En este tiempo se han invertido seis millones de euros, a los que se suman los 12 millones de euros con los que se financia el Plan de Desarrollo Rural que se ejecutará en los próximos años, explicó Zaragoza. Dentro de este plan se ha iniciado la elaboración de un censo de palmeras, se han detectado todos los focos, se ha procedido a la destrucción de las palmeras afectadas y se han controlado los viveros.
Como medidas concretas se han desarrollado "la prohibición de la importación de palmeras, sobre todo las sujetas a contaminación; se ha restringido el movimiento interno de palmeras, se están controlando los invernaderos y los focos donde nos consta que está el picudo", añadió el consejero.
Fruto de todas estas medidas se han detectado en los últimos tres años 424 palmeras afectadas. Por municipios, en Las Palmas de Gran Canaria en la Plazoleta de Farray y Ciudad Jardín se han destruido 20, en el municipio de Mogán, sobre todo en las áreas de costa, 105; en Fuerteventura, Caleta de Fuste, 261, en Costa Calma 67 y en Tuineje, 1.
Por esto, según Zaragoza, "no hay ningún foco nuevo, la plaga está controlada y seguimos trabajando" con 83 personas integradas en diferentes cuadrillas distribuidas por toda Canarias".
E insistió en que "la plaga del picudo rojo está controlada en todos los sitios en los que se ha detectado", además de que "ahora mismo está bajando el nivel de población del picudo ya que no hemos observado que se haya extendiendo a otro sitio".
COLABORACIÓN ESTATAL
El consejero aprovechó la ocasión para insistir en que la llegada de esta plaga a Canarias se produjo porque "nuestras puertas no están bien cuidadas" y es que "todos los puntos de inspección fitosanitaria en Canarias han provocado que en los últimos once años entren unas 70 plagas a las Islas".
Por ello, desde el Gobierno de Canarias y en concreto la consejería de Agricultura, están luchando de manera especial para lograr que el "Gobierno Estatal colabore más con nosotros es este aspecto", explicó Zaragoza. Por el momento "sólo pedimos colaboración, no competencias", añadió.
Ya que la situación actual es que el Gobierno de Canarias ha dispuesto un número amplio de personas que se dedican a la vigilancia interna de la plaga, "a veces sin resultado positivo" porque "las entradas no están bien controladas", agregó el consejero. Pedimos "un poco más de cariño por parte del Gobierno central para evitar un desastre medioambiental", porque "el control es sencillo, ya que todo nos entra por barco".
ACN Press