La sesión empezó con ambiente crispado, pese a que en la última reunión mantenida por ambas partes el pasado viernes, algunos vecinos declaraban querer olvidar el conflicto y empezar de nuevo. Varios socios y vecinos que se acercaron hasta el centro sociocultural de Altavista para asistir a la asamblea, increparon al todavía en ese momento presidente de la Sociedad y a la Junta Directiva, lo que motivó su "decisión de marcharse" por haberse sentido "ofendidos".
Para mediar en el conflicto acudió el concejal en la oposición del Ayuntamiento de Arrecife, Lorenzo Lemaur, quién ha estado vinculado a los movimientos vecinales de la capital desde hace años y es amigo personal de Blas Cedrés. Según explicaba a La Voz el ex presidente de la Sociedad, presentó "toda la documentación de la Sociedad" y "acredité con mi carné que soy socio fundador y no un impostor, como algunos decían".
Pero el "rifi rafe" como lo define el propio Cedrés, con algunos vecinos "que estaban un poco enfadados con todo lo que había salido en los medios" provocaron que la Junta Directiva "se sintiera ofendida" y tomara la decisión de marcharse "por las malas interpretaciones que hubo sobre el trabajo de la Junta". "Entregué la documentación de la Sociedad y la llave y pregunté quién quería apuntarse para la Gestora" explica Blas Cedrés, quién concluye "aunque hubo algunos exaltados, al final acabamos todos tan amigos".
A partir de ahora será una Gestora integrada por 10 socios que se ofrecieron voluntarios durante la asamblea, la que dirija la Sociedad de Altavista. Durante los próximos 30 días los socios tendrán que acreditarse en la Sociedad y además "se harán otros nuevos". Después, según explica Cedrés, se prepararán las candidaturas para la nueva Junta Directiva. Este miércoles por la tarde la Junta Directiva saliente y la nueva gestora firmarán lo acordado en la asamblea del martes.
Blas Cedrés se marcha asegurando que sale "como un caballero porque no he hecho nada" y mantiene que le felicitaron "por la labor hecha en dos años y medio sin que ni un socio ingresara cuotas y sin ninguna subvención ni del Ayuntamiento ni del Cabildo". Blas Cedrés espera ahora colaborar con la Gestora "porque así me lo han pedido".
Parece que se cierra así el conflicto generado la semana pasada cuando los vecinos del barrio de Altavista y miembros de la Sociedad, se concentraban ante las puertas del centro sociocultural, denunciando que Blas Cedrés había "secuestrado" el edificio y quejándose de su gestión. Varios concejales del Ayuntamiento de Arrecife mediaron en el conflicto y emplazaron a vecinos y Junta Directiva a reunirse el viernes 29 de junio en el Consistorio. Allí acordaron que sería este martes cuando se reunirían todos en asamblea para decidir el futuro de la Directiva de la sociedad, que finalmente ha dimitido.