ADVERTÍA DE QUE IBAN A ELIMINAR LOS VALORES QUE JUSTIFICARON SU COMPRA

Nona Perera emitió un inquietante informe sobre la casa Fermín antes de ser destituida

La ex jefa de Patrimonio y ex directora del museo afirmaba que el proyecto suponía eliminar los valores patrimoniales que justificaron su compra, por 1,65 millones de euros. También advertía de que la estructura del inmueble estaba "en peligro"...

20 de mayo de 2015 (21:06 CET)
Nona Perera emitió un inquietante informe sobre la casa Fermín antes de ser destituida
Nona Perera emitió un inquietante informe sobre la casa Fermín antes de ser destituida

"Si se quiere un espacio actual y nuevo, esta propuesta puede materializarse en otros lugares e inmuebles que no conlleven la intervención negativa en la casa de Fermín Rodríguez". Eso es lo que advirtió la ex jefa de Patrimonio del Cabildo y ex directora del proyecto del museo arqueológico insular, María Antonia (Nona) Perera, poco antes de ser destituida de ese cargo. En un informe que hasta ahora no había visto la luz, Perera cuestionaba el proyecto para realizar una exposición temporal en la casa adquirida por el Cabildo en la calle Fajardo, a la espera de su conversión en museo de arqueología. "Se aleja del concepto de restauración, aproximándose más al criterio de obtener una obra nueva que oculta sus valores patrimoniales, los que contribuyeron a justificar su adquisición para este fin", concluía Perera. 

A esta polémica compra, el Cabildo destinó 1,65 millones de euros (117.000 euros más incluso de los que pedía inicialmente la propietaria). A esa cantidad hay que sumar las obras que ya se están acometiendo en dos salas, por valor de 420.000 euros, dentro del proyecto que analizaba Perera en su informe. Además, aún debe realizarse la rehabilitación y adaptación del conjunto de la casa, para lo que aún no hay proyecto ni presupuesto, pese a que la casa se adquirió en el año 2013. Hasta ahora, tampoco se ha hecho público un informe del estado en el que se encuentra el inmueble o si presenta algún tipo de patología, pese a que el Cabildo encargó uno por 17.000 euros poco después de la compra, hace más de año y medio, y la oposición lleva meses reclamándolo.

Precisamente, sobre el estado de la construcción, Perera advertía en su informe de que la estructura está "en peligro", ya que el sistema de evacuación de aguas "arrastra la cimentación de inmueble". Al respecto, subrayaba que "se debe instalar un nuevo sistema, debiendo quedar" el actual "inoperativo cuanto antes". Sin embargo, señalaba que en el proyecto presentado por Tragsa no se recogía esta obra para que "las aguas a evacuar transcurran hasta la red municipal".

Además, entre otras cosas, cuestionaba que "la escasez de planos y la carencia de leyenda en los mismos no permite saber si se van a instalar aislamientos térmicos en techos y pavimento, ni si se retira el sobrepeso de los techos". Tampoco, según Perera, "se recogen actuaciones en las maderas de los techos", ni el proyecto aclara "si la pasarela para comunicar las dos estancias es el resultado de la reflexión en la que se ha tenido que desechar otras alternativas, más económicas y más acordes al edificio".

 

"Filosofía" de "arranque y levantado"


"El propio lenguaje utilizado, arranque, levantado, etéctera, refleja la filosofía con que se ha abordado la intervención y su relación con los valores que alberga el espacio a intervenir", subrayaba Nona Perera en ese informe registrado en el Cabildo el 26 de diciembre de 2014. Menos de mes y medio después de presentar su informe, el pasado 9 de febrero, Perera fue destituida de su cargo como directora del museo. 

"Es la persona más preparada en el Cabildo en el tema arqueológico", afirmaron en su momento desde el grupo de gobierno para explicar por qué se decidió que Perera dejara la jefatura de Patrimonio para pasar a dirigir el museo. Cuando siete meses después de nombrarla fue destituida, la funcionaria tampoco recuperó su antiguo puesto, sino que tuvo que volver al área de Patrimonio "como una trabajadora más". 

En su informe, Perera advertía de que el proyecto encomendado a Tragsa para esa exposición temporal "se aleja del criterio de restauración, disfrazando partes determinantes". Por ejemplo, cuestionaba que "el alto valor patrimonial de los techos se enmascara con falsos techos", que "el nuevo pavimento a instalar se aleja del carácter tradicional que tuvo una antigua bodega y venta de vinos" y que, "incluso, las paredes se descarnan totalmente de lo que se identifica como yeso (probablemente mortero a la cal) perdiendo su textura, materiales y color, para revestirlas con planchas laminadas, o el uso de morteros de cemento".

Además, Perera advertía de otro "peligro". Según subrayaba, el proyecto "deja actuaciones sin concluir", pendientes de decidir la intervención "en el curso de la obra". "Ello me preocupa por si fuera posible que sea la persona no especializada ni formada, la que decida tirar, ocultar o poner en valor un determinado elemento", exponía en su informe, que hasta ahora no se había hecho público.

 

Sin firma, con falta de planos y faltas de ortografía


En su análisis del proyecto, Nona Perera también cuestionaba otros aspectos formales del mismo. Entre ellos, que era "un conjunto de fotocopias", muchas de ellas "sin numerar", y que no figuraba el autor o autora de la propuesta, que en su opinión se expresaba con "falta de sensibilidad y respeto por el edificio".

En cuanto al anexo del presupuesto, Perera subrayaba que tampoco se encontraba paginado, fechado, ni firmado. En total, el presupuesto de la obra solo en esas dos naves se eleva a 420.000 euros. En cuanto a lo que se pagó  por la redacción del proyecto en sí, el consejero de Patrimonio, Juan Antonio de la Hoz, declaró en junio de 2014 que la redacción se había encargado a Tragsa por 250.000 euros, aunque no hablaba del de estas dos salas, sino del proyecto global. En aquel momento, cifraba la inversión total de la obra en unos "500.000 o 600.000 euros". Sin embargo, ya se ha alcanzado casi esa cifra sólo con los trabajos en las dos primeras salas, que albergarán una "exposición temporal".

Respecto al proyecto presentado para esta primera intervención, además de señalar que también implica "alterar los nuevos valores patrimoniales descubiertos en el inmueble", Perera apuntaba incluso a la existencia de "faltas de ortografía" y "errores del texto" que "dificultan su lectura". "Y el uso de la escritura sexista se encuentra expresamente prohibido por varios cuerpos legales aplicados a esta isla", advertía además.

 

El contenido del museo "se aleja diametralmente de la línea de trabajo"


La que entonces era directora del museo cuestionaba también la parte del proyecto referida a los contenidos que albergarán temporalmente esas dos salas del museo. "Se aleja diametralmente de la línea de trabajo desarrollada hasta la actualidad con el equipo conformado al efecto para el proyecto del museo", afirmaba.

En definitiva, Perera cuestionaba que el proyecto se hubiera alejado de la idea original, centrada en la población aborigen de Lanzarote, y que no partiera del verdadero "panorama arqueológico en la isla". Incluso, señalaba que se pretendían incluir piezas que nada tienen que ver con esa historia de la isla que se pretendía recuperar. Para ello, hasta se introducía "un enclave ajeno al ámbito administrativo de Lanzarote con el fin de intentar sostener dicha propuesta".

En opinión de la que entonces era directora del museo, el texto que se presentó dentro de ese proyecto era "sesgado e irreal", primando elementos ajenos a la verdadera cultura aborigen de la isla, y abordando por ejemplo la presencia romana o fenicia en la isla, dándola como un hecho, cuando es "algo que se cuestiona y se rechaza por distintos profesionales de la arqueología". Por éstos y otros aspectos, concluía que el proyecto, lejos de su planteamiento inicial, "se asemeja más a un repetido museo de historia o a tratar toda la ocupación humana en Lanzarote hasta la actualidad". 

LO MAS LEÍDO