Política

Manuel Cabrera explica los motivos de su dimisión: "No llegué a la política para trabajar ni para una persona ni para una familia"

¿Se ha quitado un peso de encima con esa carta de dimisión?Un peso de encima no. La verdad es que tengo una sensación extraña y un poco de tristeza, más que otra ...

Manuel Cabrera explica los motivos de su dimisión: No llegué a la política para trabajar ni para una persona ni para una familia

¿Se ha quitado un peso de encima con esa carta de dimisión?

Un peso de encima no. La verdad es que tengo una sensación extraña y un poco de tristeza, más que otra cosa.

Hay mucha gente que cuando leyó la carta de dimisión, se preguntaba si no se había dado cuenta antes...

Yo entiendo que la gente piense eso, pero me gustaría que la gente estuviera en mi pellejo. Una persona que decidió participar en política hace cuatro o cinco años y que optó por el PIL como podía haber optado por otras siglas políticas. Yo soy poco creído de los partidos políticos, soy creído de las personas. A mí en el fondo siempre me había parecido Dimas un tío con una idiosincrasia y una personalidad muy destacada. Opté por el PIL y me abrió las puertas para participar. He participado con toda mi buena fe y toda la lealtad hacia mis compañeros, con todas las ganas de hacer las cosas todo lo bien que uno es capaz, que no siempre es fácil y, a partir de ahí, uno va conociendo las cosas. Hay cosas buenas, cosas malas y cosas regulares, y uno va actuando en consecuencia.

¿Esto ha sido consecuencia de esa debacle brutal del PIL tras el 22-M?

No. A mí no me importa que haya una debacle, porque los ciudadanos son sabios y a veces ponen y otras quitan. Más que nada es consecuencia de que a nivel interno, no se están haciendo las cosas bien y el PIL no puede dejarse en manos de una sola persona, porque tiene que ser un partido de muchas personas.

Evidentemente, todas las tensiones tienen un inicio y no sé cuándo empezó la suya con el presidente del PIL. Hay compañeros suyosque apuntan al momento en que se configuran las listas para las últimas elecciones locales y al hecho de que usted finalmente, pese a que aseguran que Fabián se había comprometido, no estuviera en la plancha que presentaron al Cabildo.

Yo, hacia Fabián Martín, como persona, tengo todos los respetos y todo el cariño del mundo. Simplemente, como político, no estoy de acuerdo con cómo lo está haciendo. Las tensiones comenzaron el mismo día en que fue nombrada la nueva Ejecutiva y yo me convierto en vicepresidente. Yo tenía muchas esperanzas en que con la nueva presidencia empezara a caminar de forma diferente y todos poder contar las cosas que pensáramos para bien y para mal, pero desde ese momento para acá, no he visto muchos cambios. Las decisiones se toman por parte del presidente, con el asesoramiento o consejos de personas que no están dentro del partido o de la Ejecutiva, y así las cosas no se pueden hacer bien. Y desde luego, cuando uno ve esa falta de respeto hacia los que estamos dentro dando la cara, pues uno se va enfadando, está claro.

Algunos ex compañeros suyos del PIL hablaban también de que les parece increíble que la posible alianza con CC no se haya llevado a ningún Consejo Político y se estuviera dando por hecho por parte del presidente.

Yo ya no lo estoy viviendo, porque estoy un poco retirado, pero sí, es un ejemplo más de las cosas que a veces se deciden por parte del presidente sin tener en cuenta lo que pensamos los que estamos dentro del partido. Sería simplemente un ejemplo más. No quiero ahondar mucho, ni decir más. Uno entra con toda la libertad y todas las ganas de ayudar, de hacer un partido y una isla mejor y, con la misma libertad, en un momento dado, decide dejarlo y no pasa nada. Probablemente el que está equivocado soy yo y el presidente lo está haciendo bien.

Pero, ¿qué otros ejemplos ha habido? En su carta, hablaba de decisiones económicas que ha tomado Fabián Martín y que le preocupan "por las repercusiones que puedan traer para los componentes de este partido"?

Las situaciones económicas son una parte más de preocupación personal, por mí y por las personas que formamos la Ejecutiva. Cuando se inicia una campaña y se acometen compromisos que el presidente firma por su cuenta y riesgo, sí pienso que tenemos que ser cuidadosos, porque luego hay que cumplirlo y a veces no se puede cumplir. Son decisiones que tenía que habernos consultado antes, habernos hecho partícipes. Yo, lo vuelvo a repetir, no soy nadie y ahora que estoy fuera del partido, soy menos que nadie, pero lo que uno espera es que se le consulten las cosas. Lo que no puede ser es que me pongan en un cargo y luego no se cuente conmigo para nada. Eso no puede ser. Para eso no me ponga como vicepresidente. Prefiero ser uno más y fuera. Pero, por poner un ejemplo, en el PIL ocurren cosas más que curiosas, porque yo me he tirado más de un año sin poderles atender. A mí, Radio Lanzarote siempre me trató bien y con los periodistas siempre he tenido un trato extraordinario. Para mí siempre ha sido gente respetuosa, aún en las discrepancias y en la confrontación de las ideas. Y siempre muy agradecido. Sin embargo, yo me he tirado más de un año sin poderles atender, porque el partido había puesto una especie de indicación de no atender a este medio (a Radio Lanzarote y a La Voz de Lanzarote), porque se sentían vejados o maltratados por ustedes. En su momento, unos expusieron unas ideas y otros, otras y, al final, la mayoría optó por ese veto. Yo lo he cumplido por respeto a mis compañeros, aunque no me gustara, y cuando ustedes me llamaban les explicaba que no podía atenderles. A mí me causa indignación y me parece una falta de respeto que Fabián Martín, la semana pasada, les atendiera (en referencia a la [entrevista que el presidente del PIL decidió dar la pasada semana en Radio Lanzarote->59309]) sin haber consultado en ningún momento con el partido. Y eso es un ejemplo de cómo funcionan las cosas en el PIL y yo no puedo permitírselo a nadie. Lo siento.

¿Cree que su vida políticatermina aquí, con estas declaraciones?

Espero que sí, la verdad, porque a día de hoy no me apetece hacer más declaraciones. Ya he dicho todo hasta ahora y espero ahora dejar un poco la política. Y si más adelante hay algún proyecto en el que se me invita a participar y confío en esas personas, lo intentaré con la mejor de las ilusiones, aunque luego puede salir rana también.

Su malestar no es algo aislado y hay otras personas en el PIL que critican exactamente lo mismo del actual presidente. Incluso hablan de bajas de militancia en algunos comités locales.

Yo hablo por mí y ya tengo bastante. Vuelvo a insistir que el PIL, como partido, podría ser un partido perfecto para luchar por los intereses de esta isla. Dentro del PIL hay muchísima gente humilde, sencilla y de muy buena fe, y entre ellos estaba yo, y me voy con una cierta decepción y una tristeza. Y si tengo que culpar a alguien es a quien está al frente, que en este caso es Fabián Martín y a lo mejor su padre, que no lo sé. Su padre a día de hoy no ostenta cargo, pero desde luego, no puedo decir en todo este tiempo que yo haya sido una persona que ha tenido la influencia que tiene que tener un vicepresidente de un partido.

Cuestiona la influencia que tiene Dimas Martín sobre el PIL y sobre las decisiones que adopta el partido, pero lo que sorprende es que se haya dado cuenta de eso a estas alturas, cuando es algo que se conoce incluso desde fuera.

Yo cuando entré fue cuando Dimas se estaba retirando, porque no le quedaba otro remedio, por sus sentencias, por su situación personal. Yo siempre pensé que íbamos a hacer un equipo nuevo y que Fabián, por su educación y porque es una buena persona, podría ser un hombre de futuro para el partido; que íbamos a ser un equipo totalmente renovado. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que me he engañado y de que metí la pata. Entonces, prefiero dejarlo. Tampoco pasa nada, porque tampoco soy nadie. Sólo una voz más que muestra sus discrepancias, al igual que antes mi apego.

¿Ha recibido usted apoyo por parte de sus ya ex compañeros?

Yo nunca me puedo quejar de la gente del PIL y del cariño que me han dado, porque yo siendo una persona que nunca ha estado afiliada, he recibido todo el cariño del mundo y dentro del PIL hay personas a las que quiero muchísimo. Y dentro de ese malestar hay una decepción ingrata, porque no me gustaría irme, me gustaría seguir en el PIL, pero no me gustaría seguir en estas condiciones, porque no llegué a la política para trabajar para una persona, para una familia, ni para ser un mero monigote o una persona sumisa.

¿Le augura futuro a Fabián Martín al frente del PIL? ¿Qué cree que puede pasar con la formación?

Yo no auguro nada, porque no soy pitoniso. Lo único que espero es que si Fabián va a tener cierto éxito en un futuro, que sea para el bien de Lanzarote, porque últimamente estamos empantanados en situaciones de partido, en guerras de poder personal que desde luego no son lo que preocupa a la isla.

El gusanillo de la política lo tiene y me da la sensación de que dentro de un tiempo, quizá cuando se calmen las aguas, tiene usted cabida en otra formación.

La política es muy bonita y se pueden hacer muchas cosas. En ese aspecto, uno ha hecho lo que ha podido en los cargos que ha ocupado. Yo me voy con esa satisfacción de haberlo intentado y lo demás se verá con el tiempo. Yo sólo pedirles perdón por no haberles podido atender durante todo este tiempo personalmente.