"Que vote, que vote, que vote el que trabaje". Ésta ha sido una de las consignas que han podido escucharse en la noche de este lunes a las puertas del nuevo edificio del Cabildo de Lanzarote, que ha visto empañada su puesta de largo. La larga lista de conflictos laborales que mantiene abierta la Primera Institución ha estallado este lunes, ya que los trabajadores no han desperdiciado la oportunidad de dejar en evidencia a las autoridades insulares, con una concentración a la que se han sumado el cuerpo de bomberos, el personal sanitario y de servicios sociales, los trabajadores de los Centros Turísticos y los empleados del Conservatorio de Música.
Aunque cada cual arrastra sus propias reivindicaciones, ahora les une una causa común: la de frenar la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo y el convenio único que actualmente están en trámite y en los que no están incluidos. Así, y después de decidir semanas atrás sumar fuerzas para plantar cara a la RPT, este lunes también han juntado sus voces, en forma de gritos y silbidos que han empañado lo que debía ser una gran inauguración.
Hasta el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, se había desplazado a la isla para participar en este acto, con el que se culminaba una de las grandes obras de la legislatura, ya que la ampliación del Cabildo permitirá unir todos los departamentos de la institución que actualmente funcionan en otras dependencias diseminadas por Arrecife. Sin embargo, la fiesta ha durado poco.
Antes de las ocho de la tarde, hora prevista para la inauguración, los trabajadores han comenzado a concentrarse a las puertas del Cabildo y, aunque no han podido acceder al salón donde se desarrollaba el acto, con lo que los discursos han podido transcurrir dentro de una relativa normalidad, la tensión se ha disparado cuando las autoridades han tenido que salir para descubrir la placa conmemorativa. Ahí, los trabajadores no han escatimado consignas y silbidos hacia la presidenta y los consejeros, que pese a todo han intentado continuar con la agenda prevista aunque, eso sí, en medio de presencia policial.
"Invitados" de última hora
Aunque en principio la concentración estaba prevista por parte del resto de los trabajadores, la presencia de los empleados de los Centros Turísticos ha sido la "sorpresa" de última hora que ha terminado de caldear el ambiente. Y es que tras la última reunión mantenida en la mañana de este lunes para intentar acercar posturas con la dirección de los CACT,s, no sólo han decidido seguir adelante con la huelga que comenzará este martes, sino que también se han sumado a esta sonora protesta.
Desde el Comité de Empresa consideran que las cesiones de última hora que han hecho los trabajadores, rebajando sus pretensiones iniciales, suponen "un posicionamiento muy generoso", por lo que critican duramente al consejero de los Centros Turísticos, Pedro San Ginés, por haber rechazado esta propuesta.
De hecho, la protesta que se ha vivido a las puertas del nuevo Cabildo es sólo un preámbulo de lo que se avecina con la huelga convocada en los Centros Turísticos, y que podría originar nuevos conflictos. Y es que la medida prevista por la dirección, que ha anunciado que este martes habrá una jornada de puertas abiertas en los Centros si no se pueden garantizar los servicios mínimos para que los turistas accedan a las instalaciones, ha sido tomada casi como una declaración de guerra por parte del Comité de Empresa. "Con un día de entradas en los Centros Turísticos pagan durante cuatro años lo que están pidiendo los trabajadores", asegura Andrés Barreto desde Intersindical Canaria.
Además, el Comité de Empresa asegura que esta medida no está contemplada en los Estatutos de la EPEL y este martes, en el primer día de huelga, podrían llevar aún más allá su paro indefinido intentando bloquear la entrada a los Centros.