Hace escasamente una semana otro nuevo escándalo político salpicó las instituciones cabildicias. El consejero de Pesca, Marcos Páez, había sido denunciado por un agente del Área de Medio Ambiente por mariscar en aguas del Archipiélago Chinijo sin licencia, en un día no estipulado para ello, y por recoger entre diez y quince kilos más de los permitidos. Las reacciones desde entonces no se han hecho esperar, mientras que Alternativa, el PSOE y el Partido Popular pidieron la destitución del actual consejero, algunos de los miembros del Grupo de Gobierno exigieron tiempo para ver cómo desarrollaba la denuncia.
Ahora son los funcionarios de la Primera Institución los que, a través de una nota de prensa, y después de que Páez asegurara que la denuncia era falsa y que respondía a una persecución contra él, han querido respaldar al trabajador del Área de Medio Ambiente que denunció al consejero mientras realizaba esa supuesta práctica ilegal. De esta forma, desde la Junta del Personal Funcionario afirman que estos empleados "realizan una buena gestión de ese servicio y preservan nuestro medio ambiente y recursos naturales".
En la nota de prensa los trabajadores del Cabildo han relatado cómo se sucedieron los hechos. Así, éstos cuentan que la embarcación de Medio Ambiente se dirigía a Alegranza para realizar unas labores de inspección rutinarias cuando se encontraron a Marcos Páez y a su hijo recogiendo lapas en la zona de Punta Gorda. "Cuando la embarcación realiza una maniobra para que el agente pudiera llegar a tierra firme, padre e hijo salen corriendo hasta el vehículo". Según afirman los funcionarios, el técnico de Medio Ambiente corre detrás de ellos con intención de alcanzarlos, pero no lo consigue porque "el vehículo sale a toda prisa, obstaculizando así la labor inspectora que pretendía el agente".
Estos trabajadores del Cabildo también aseguran que en los días posteriores Marcos Páez, consejero de Pesca, siguió recogiendo lapas en el mismo lugar, "a pesar de saber que estaba siendo observado".
Los funcionarios también han explicado en la nota de prensa que los hechos ocurrieron el pasado día 8 de septiembre y que el boletín de la denuncia fue redactado ese mismo día "y presentado en el Registro General del Cabido el sábado día 9, al encontrarse cerrado el registro auxiliar de Política Territorial y Medio Ambiente". Con ello, estos trabajadores aseguran que la denuncia cumplió la normativa vigente "al presentarla con el plazo máximo de 24 horas siguientes a los hechos".
Juez en este asunto
Por su parte, la presidenta del Cabildo Insular, Inés Rojas, ha comentado que no quiere ser juez en este asunto "yo intento coordinar la labor política siendo lo más justa y equitativa posible pero nunca juzgando al papel de juez". Rojas ha asegurado que la denuncia sigue su curso habitual aunque ha recordado que no es la Primera Institución de la isla sino la viceconsejería de Pesca la que debe decidir la resolución.
"A Marcos Páez se le ha tratado como un ciudadano normal porque se le ha tramitado la denuncia, pero no se le ha tratado como a cualquier ciudadano normal en el aspecto público porque la denuncia de un ciudadano normal no aparece en los medios de comunicación y tampoco, a lo mejor, se registra un sábado por la mañana", argumentó Rojas.
La presidenta de la Primera Institución sigue manteniendo que se debe escuchar al consejero de Pesca, "aunque también me habría gustado escuchar la versión del trabajador". Aunque Inés Rojas ha comentado que este deseo no tiene nada que ver con desprestigiar a los empleados de Medio Ambiente sino que su intención es que los hechos salgan a la luz tal y cómo han sucedido.
Seguimos esperando
Por su parte, el Partido Socialista, que pidió la dimisión inmediata del consejero de Pesca después de conocer la denuncia interpuesta por el Área de Medio Ambiente. "Si no se produce esta dimisión, serán otros los que tengan que explicar por qué el consejero se mantiene al frente" afirmó Carlos Espino, responsable de Medio Ambiente.
Este jueves, Espino ha vuelto ha referirse a esta exigencia y ha comentado que todavía siguen esperando la reacción del consejero de Pesca, "aunque confiamos en que reflexione y dimita porque su cargo de consejero es totalmente incompatible con este tipo de prácticas".