En general, dijo Martinón, la construcción se ha ralentizado, "especialmente en lo que afecta a las Viviendas de Protección Oficial (VPO), ya que para la construcción turística no queda nada". El hecho de no tener un Plan General aprobado ha sido y es perjudicial, tanto para los consultores y los promotores, como para la población en general, ya que cualquier Plan General contempla por obligación una serie de VPO. El Gobierno canario ofertó hace un mes unas subvenciones para adquirir suelo VPO, pero "hasta que no se sepa con exactitud qué terrenos se calificarán en ese sentido, nadie puede beneficiarse de dichas ayudas".
En opinión del empresario, el Ayuntamiento de Arrecife "está perdiendo una serie de recursos y de oportunidades con esta demora, ya que el mayor beneficiado en este asunto es la propia Administración pública". En este sentido recordó que "el 10% es de cesión obligatoria para el Ayuntamiento, además de lo que son zonas viales, parques, áreas deportivas, etcétera". La instituciones públicas recibirían una serie de recursos económicos generados a través de la concesión de licencias de obras. El retraso en la aprobación de los planes generales de todos los municipios "es un perjuicio, no sólo para el sector de la construcción, sino también para el desarrollo del comercio y especialmente para las instituciones públicas, es decir, para los ciudadanos", dijo. "En el caso de Arrecife existe una carencia enorme de infraestructuras, de parques, de zonas verdes y deportivas, que con el nuevo Plan General quedarán contempladas".
Los empresarios de la construcción siempre han manifestado que se debería hacer una aprobación inicial, aunque luego se tengan que corregir los posibles fallos que contenga. Martinón es consciente de que "un Plan General es una cosa muy difícil, que nunca queda al gusto de todo el mundo y seguramente tiene errores, pero una vez aprobada una primera versión ya habrá tiempo para las alegaciones". "Lo que es inconcebible", desde su punto de vista, "es que intenten redactar un plan nuevo desde cero". Los empresarios creen que sería una pérdida de dinero y de tiempo, que nunca podría recuperarse.
En todo caso, Arrecife sigue creciendo. En opinión del empresario se está construyendo sin planificación y se está haciendo porque "el plan actual te permite cuatro alturas y el nuevo te permitirá a lo mejor tan sólo dos, por lo que la gente está aprovechando para hacer las obras cuanto antes. Además, aquellos propietarios con miedo a que su terreno se quede fuera del Plan General, intentan también edificar en ellos. "Existen muchas zonas periféricas de la ciudad que tienen unas carencias enormes de servicios, en saneamientos o en la red de agua, que son una consecuencia directa de la construcción sin planificación", dijo.
Pero la población de Arrecife ha aumentado demasiado y "no se pueden limitar estas construcciones porque hay que proporcionar viviendas a esa gente". El empresario afirmó que lo ideal sería tener un Plan de Ordenación de acuerdo a las necesidades actuales de la ciudad, teniendo en cuenta la población de hoy, adaptado a estos tiempos. "No se puede vivir del plan antiguo y de unas normas que se hicieron en su momento, para unas condiciones determinadas que han cambiado mucho".
Sin embargo, la construcción sigue siendo uno de los sectores más importantes de la economía insular. A pesar de las malas expectativas creadas a raíz de determinados factores, como la famosa Moratoria turística, la supuesta "crisis" no ha salpicado significativamente al sector de la construcción. "Los números se han mantenido" y así lo demuestra la normalidad en el consumo de cemento y de materiales. Aseguró que las cifras se han mantenido, aunque sin llegar a sobrepasar los índices de crecimiento anteriores. Martinón carecía de los datos del verano, pero especificó que en los primeros meses del año se ha alcanzado un crecimiento del 4%, muy lejos del 12% alcanzado en el año 2002, pero dentro de unos márgenes más que aceptables.