La decisión de las instituciones lanzaroteñas ya es oficial. El Cabildo, los ayuntamientos de San Bartolomé y Tías y la Cámara de Comercio de Lanzarote han alcanzado un acuerdo este lunes para pedir que la ampliación de la pista del aeropuerto de Guacimeta se realice hacia el mar, hasta un máximo de 1.000 metros adicionales. Así, se rechazan otras opciones que se habían barajado, como la de crear una nueva pista cruzada hacia la urbanización de Matagorda o la de desmontar el morro Félix, en Güime.
La decisión alcanzada finalmente por consenso se ha hecho pública tras la reunión mantenida entre el vicepresidente y consejero de Obras Públicas del Cabildo, Fabián Martín, el alcalde de San Bartolomé, Marcial Martín, y el acalde de Tías, José Juan Cruz Saavedra, así como representantes de la Cámara de Comercio.
Tras la reunión, Fabián Martín declaró que "la opción de ampliación hacia el mar es la más adecuada y que el siguiente paso será contactar con AENA y comunicarle el acuerdo alcanzado, para que valoren su inclusión en el Plan Director del Aeropuerto, que se está elaborando en estos momentos".
Valorando propuestas
El pasado 5 de noviembre, el Cabildo acogió una primera reunión en la que el arquitecto Luis Vidal, de Vidal Consultores, dio a conocer cuatro propuestas para la revisión del Plan Director del Aeropuerto de Lanzarote con el objetivo de mejorar la operatividad del campo de vuelo (pista) existente. Y es que según señaló en el encuentro el responsable de la comisión de aeropuerto y transporte aéreo de la Cámara de Comercio, Honorio García, "existen graves deficiencias que limitan la operatividad de las aeronaves" en Lanzarote, debido a la longitud de la actual pista, que cuenta con 2.400 metros, y a los montículos de terreno que la delimitan en dirección norte.
Entre las propuestas planteadas por el arquitecto se incluían la ampliación hacia el mar, por la que finalmente se han decantado, que tendría una inversión de 300 millones de euros, pero también se proponía la ampliación de la pista en dirección norte, que supondría la eliminación de un montículo denominado Monte Félix, con un coste de 500 millones de euros, una vía intermedia que supondría ampliar por ambos sentidos o, como cuarta opción, crear una nueva pista cruzada de 3 kilómetros de longitud, presupuestada en aproximadamente unos 100 millones de euros.