Un sector que tiene mucho que decir, por lo numeroso y porque afecta al final a todos los ciudadanos, es el de los consumidores. En la cooperativa de consumidores Cocelan están preocupados por un posible desabastecimiento de productos alimentarios, aunque lo que ronda los pensamientos de sus miembros, tal y como expresaba Vicente Stinga, asesor jurídico de la cooperativa, es la calidad de los productos perecederos que se pongan a la venta.
Stinga hace cuentas y si los barcos de Transmediterránea llegan definitivamente los viernes en vez de los miércoles, como hasta ahora, hay que sumar el tiempo que tardan los contenedores en pasar la aduana, por lo que los productos llegarán a los almacenes el sábado y la fruta, el pescado u otro tipo de mercancía, va a tener que repartirse el lunes por la mañana. "Se pierden tres días donde la fruta pierde frescura y pierde propiedades", apunta el asesor.
La gran mayoría de lanzaroteños destina la tarde del viernes y la mañana del sábado a realizar sus compras para la semana y según Vicente Stinga, esos días "nos vamos a encontrar con que las frutas y verduras que tengamos en nuestros comercios, posiblemente hayan llegado a la isla hace ocho días" y por tanto su calidad ha mermado, entre otras cosas "porque la cadena de frío también se ha perdido".
En la cooperativa son rotundos cuando manifiestan que habrá determinados productos que en Lanzarote "simplemente no podrán existir" porque no pueden permanecer tanto tiempo en neveras. Un ejemplo podría ser el champiñón, muy sensible a las condiciones ambientales, que no aguanta mucho tiempo en frío y que por razones climatológicas no puede criarse en la isla.
En Cocelan no creen que haya que lanzar la voz de alarma ante un posible desabastecimiento porque existen otras navieras que también atracan en Lanzarote. Tampoco consideran que el cambio vaya a afectar de manera señalada al precio de la mayoría de productos, aunque no descartan que las frutas que antes venían directamente de Cádiz a la isla, aumenten su precio ahora que llegarán primero a Las Palmas y desde allí, transportarlas hasta nuestras costas.