Sal coloreada unida en imaginativos diseños, la mayoría con motivos cristianos, otros, nos recordaron que la multiculturalidad tiene cabida en esta celebración, así lo explicaba la presidenta de la asociación Mararía, Nieves Rosa Hernández, que junto con otras compañeras, se afanaba en su alfombra, en la que se distinguían personas de distintas razas y culturas. "Siempre intentamos poner una nota de unión entre culturas", explicaban.
Como todos los años, los alrededores de la iglesia de San Ginés en Arrecife empezaron a abarrotarse a las cuatro de la tarde del sábado, y no sólo de personas, también de toneladas de sal, que poco a poco fueron tomando color. Metros y metros de arte, un arte efímero porque sobre el lecho de colores, pasaría al día siguiente latradicional procesión del Corpus Christi.
La Iglesia de San Ginés, el Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo se encargan de organizar todos los años la construcción de este "camino de arte", aunque los verdaderos protagonistas son todos los miembros de colectivos religiosos y no religiosos que participan, desde murgas, hasta asociaciones vecinales.
Tías también cumplió este año su cuota de arte en el suelo, una fiesta que tiene ya un siglo en el municipio lanzaroteño. Doce asociaciones se implicaron en la construcción de las originales alfombras. Arte popular que reunió también a decenas de voluntarios en municipios como San Bartolomé y Yaiza.