El Arrecife Gran Hotel acoge desde este verines las Jornadas sobre la Reserva de Inversiones de Canarias, coordinada por el presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Luis Rivero, y que cuenta con la asistencia del consejero de Política Territorial del Cabildo de Lanzarote, Carolos Espino, que expondrá el sábado por la mañana las consideraciones de Lanzarote relativas a la propuesta de reforma de la RIC.
Estas jornadas de trabajo, coordinadas por José Luis Rivero, se justifican en el importante crecimiento que ha experimentado la economía canaria durante la segunda mitad de la década de los 90 del pasado siglo y en los costes tangibles e intangibles que ese hecho ha provocado en la sociedad canaria. Pero sobre todo, este proyecto se centra en las especificidades de Lanzarote respecto al modelo de desarrollo económico de Gran Canaria y Tenerife. En este ámbito, es oportuna la reflexión sobre los incentivos a la actividad económica contenidos en el Régimen Económico y Fiscal de Canarias. De estos incentivos, el de mayor impacto ha sido la Reserva para Inversiones.
Cerca de 4.000 millones de euros dotados por las empresas y pendientes de materializar dan a la economía canaria, y por extensión, a la lanzaroteña, un potencial de inversión extraordinario. En el ámbito insular, ese factor ha de ser orientado hacia el buen fin del crecimiento, que no es otra cosa que el desarrollo.
La propuesta de Lanzarote
La propuesta de la Isla se refiere a la necesidad de modificar el destino de las inversiones de la Reserva para que se puedan modernizar y reformar los establecimientos alojativos de Lanzarote, ya que hasta ahora las normas que rigen la RIC estipulan que las inversiones correspondientes a este reserva deben destinarse a nuevas construcciones o adquisiciones, lo que para la Isla de los Volcanes se ha traducido en la creación de una oferta artificial de suelo e inmuebles, que ha significado un aumento desmesurado de los precios en el mercado de construcción.
Según la tesis que defenderá el consejero de Política Territorial, el incremento de la oferta turística en la Isla no ha sido provocada por la demanda, que es definida como escasamente creciente en los últimos cinco años, sino por el ahorro fiscal vinculado a la RIC, las subvenciones y los anticipos financieros a la industria turística por el efecto sustitución desde los antiguos complejos a los emergentes en el municipio de Yaiza.
Por otra parte, Lanzarote propone la inversión de parte del capital disponible en proyectos de energías renovables, además de incentivar la creación de empresas públicas con objetivos de interés general, pero financiadas con capital privado, y caracterizandose por la gestión privada y control público.
Asimismo, las ponencias lanzaroteñas propondrán que también se inyecten recursos de la Reserva para obras, infraestructuras, proyectos socio - culturales, y adaptaciones o transformaciones del paisaje para conferir mayor calidad a la industria turística.
Efectos históricos de la RIC
La ponencia de la Isla de los Volcanes describe los efectos negativos y positivos de la RIC a lo largo de su historia. A favor de la Reserva juega el hecho de ser una fuente de financiación patrimonial para la industria turística, además de fomentar la creación de empleo y bienestar social. Por contra, ha propiciado que los empresarios externos, aquellas sociedades domiciliadas fuera de la Isla, retengan la mayor parte del patrimonio turístico al gozar de una posición inicial más capitalizada. Además, la renta insular tiene más de rentas de trabajo que de rentas de capital, mientras que los salarios son decrecientes. Del informe de la ponencia de Lanzarote se desprende que a pesar de que el Producto Interior Bruto ha crecido, la capacidad del gasto por persona ha disminuido.