Lanzarote se mantiene por el momento a salvo del Rhynchophorus ferrugineus Olivier, más conocido como picudo rojo. Eso es lo que se desprende al menos del trabajo-informe elaborado por el Gobierno de Canarias. Y es que tras la inspección realizada en Lanzarote, especialmente centrada en los palmerales que han recibido en los últimos tiempos ejemplares importados de otros territorios, los técnicos no han detectado ejemplares del insecto.
El contenido de este informe fue trasladado al consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, Carlos Espino, por el director general del Medio Natural, Juan Carlos Moreno, en un encuentro que mantuvieron este miércoles.
En cualquier caso, y a pesar de las buenas noticias, Espino, insiste en que "no debemos relajarnos, teniendo en cuenta la existencia de dos focos activos en las vecinas islas de Gran Canaria y Tenerife".
El Cabildo ha recordado al Director general del Medio Natural la importancia de incorporar a las medidas tomadas por el Ejecutivo en la lucha contra la plaga la prohibición radical de trasladar ejemplares de palmeras entre las islas, al margen de cualquier inspección o garantía.