"Un proyecto desproporcionado". Así ha calificado la Fundación César Manrique el proyecto de desdoblamiento de la carretera de Tahíche. La Fundación ha realizado estas declaraciones amparándose en el "Informe sobre el desdoblamiento de la carretera LZ-1 (Tahíche-Arrecife)" elaborado por el profesor de Urbanismo de la Universidad de Valencia, Vicente Torres.
En este estudio, Torres entiende que las infraestructuras viarias de la isla deben pasar por una mejora de las mismas y no por la construcción de nuevas carreteras. El informe también destaca la necesidad de elaborar un Plan de Movilidad Sostenible para la isla, que reduzca el crecimiento del parque móvil de Lanzarote y que potencie modelos de transportes alternativos que no estén basados en vehículos privados.
El informe también subraya que el proyecto no resolvería el problema de congestión que existe en la carretera de Tahíche, ya que sostiene que esto no es debido a la escasa capacidad de la vía de absorber la circulación actual, sino a las dificultades de acceso desde ella hasta la Vía Medular, a la entrada de Arrecife.
Por ello, la Fundación César Manrique cree que este proyecto "se sale de la lógica de las infraestructuras viarias insulares como las conocemos hasta ahora". La organización cree que es necesario apostar por una concepción urbana en el trazado de la carretera porque "el diseño aplicado es asimilable a una vía de carácter interurbano". Con la nueva concepción que proponen se solucionaría los problemas de fluidez del tráfico y de seguridad, además de "favorecer usos peatonales y movilidad alternativa".
El informe también refleja que debería reducirse el ancho de la vía en todo el trayecto e, incluso, en el de las aceras en aquellos tramos que afectan a la integridad de las viviendas. Esta disminución "contribuiría a reducir la desproporción del proyecto, evitarían en lo posible las expropiaciones, disminuirían el efecto segregador de la vía y favorecer la permeabilidad de la carretera".