Política

Indignación y protesta en Los Mármoles

El colectivo de taxistas se ha revelado contra los dirigentes del puerto de Los Mármoles, en Arrecife. El motivo de las quejas es que no les dejan estacionar su vehículo a pie de ...

Indignación y protesta en Los Mármoles

El colectivo de taxistas se ha revelado contra los dirigentes del puerto de Los Mármoles, en Arrecife. El motivo de las quejas es que no les dejan estacionar su vehículo a pie de crucero, por lo que día a día van perdiendo clientes. En un momento de crisis económica, a lo que se suma la disminución en el número de turistas, esta problemática está perjudicando en gran medida a los taxistas, que este martes han protagonizado una protesta en las inmediaciones del espacio portuario.

Y es que durante esta jornada, la policía "ha echado" a cinco trabajadores de este sector del muelle, por lo que el resto de compañeros han decidido abandonar el servicio en este recinto. Las guaguas, según este colectivo, son las auténticas beneficiarias. "Antes no hacían este servicio y, ahora, como escasea el dinero se apuntan a este carro", afirman.

Según el taxista Chalo Miñoli, este colectivo llegó a un acuerdo con el puerto tras convocar varias reuniones, pero se "incumple continuamente". "Cada vez que llega el crucero, el problema se repite", se queja este hombre, quien recuerda que este gremio incluye a más de cien familias, que están "asfixiadas para llegar a fin de mes".

El convenio alcanzado contemplaba que cinco taxis estuvieran siempre dispuestos a pie de escalerilla del barco y compartieran el espacio con otras cinco guaguas, más las empresas de alquiler de coches. "Así el cliente puede elegir", indica Víctor Arbelo.

Taxis a 500 metros

Sin embargo, desde hace un año y medio el acuerdo flaquea prácticamente todas las semanas, según denuncian. "Los coches los podemos meter en el puerto pero a 500 metros del barco. Por eso, los clientes mayores, los niños o los que vienen con mucho equipaje no acceden hasta donde estamos nosotros", explica Miñoli. "Esto nos daña continuamente", indica.

"Lo que está ocurriendo en este puerto de Lanzarote no pasa en ningún recinto portuario de España, donde el primer coche que está junto al barco es siempre el taxi", lamenta Antonio Correa, otro taxista perjudicado, que asegura que con el servicio que prestan a los clientes de un crucero, "se alimentan las familias".

Por ello, Arbelo pide a las instituciones que "tomen cartas en el asunto". "Con el gran problema turístico que existe en Lanzarote, lo lógico sería que el cliente pudiera elegir el servicio que más cómodo le parezca. Tanto guaguas, como taxis y coches de alquiler deben estar en el muelle para facilitar la elección al usuario. No nos pueden mermar nuestra capacidad, porque nos quitan el sueldo", insiste Arbelo.