La empresa Harinera Lanzaroteña ha enviado un escrito a la Comisión Europea en el que denuncia las distintas aplicaciones de las ayudas estatales que reciben las compañías harineras en Canarias y que, según afirma, están perjudicando gravemente a Lanzarote. Según indica su dueño, Agustín Márquez, los 50 años de historia de Harinera Lanzaroteña están en peligro y la empresa podría cerrar si no se soluciona esta situación. De momento, espera una contestación positiva de la Comisión Europea.
En el escrito que ha enviado a la Comisión Europea, Agustín Márquez explica que la aplicación de esta ayuda es "abusiva" y "produce una distorsión máxima en el mercado de la harina de la isla de Lanzarote". El problema de esta ayuda al transporte de la harina reside, según Márquez, en que el Gobierno de Canarias la concede de forma diferente, según qué isla sea.
Así, mientras que entre las islas capitalinas, es decir, Gran Canaria y Tenerife, se ayuda hasta en un 50 por ciento el coste del transporte para no fomentar la competencia desleal entre ambas islas, entre Gran Canaria y Lanzarote la subvención es del 100 por cien, pese a que en la isla conejera también existe una empresa harinera. En resumen, las empresas de harina de Gran Canaria no tienen que pagar el transporte a Lanzarote y esto perjudica a la compañía conejera, que queda en una situación de desigualdad. Lo mismo ocurre en Fuerteventura y en La Palma, que también se ven perjudicadas por el reparto de la ayuda.
"Con esto se está condenando a Lanzarote, Fuerteventura y La Palma a una doble insularidad y a una situación periférica dentro de la región canaria y a provocar el cierre de las fábricas existentes y la imposibilidad de que en el futuro se puedan crear nuevas fábricas en dichas islas", afirma Agustín Márquez en su carta a la Comisión Europea.
La pérdida de competitividad
Según explica Márquez, esta situación se lleva produciendo desde "hace varios años" y está llevando a la entidad mercantil Harinera Lanzaroteña a "una delicada situación económica y comercial". "Nuestra empresa está perdiendo competitividad y cuota de mercado en Lanzarote por una circunstancia artificialmente provocada por una aplicación abusiva e injusta de una ayuda pública. Ésta fue ideada y diseñada, en su momento, para que las empresas canarias pudieran superar los gastos adicionales derivados de su ubicación en una región ultraperiférica", recuerda Márquez en el escrito.
Sin embargo, la aplicación de la subvención puede provocar, en realidad, "el cierre de una empresa emblemática". Cabe recordar que Harinera Lanzaroteña cuenta con 15 empleados directos y 20 indirectos. Por ello, Agustín Márquez cree que si no se soluciona esta desigualdad entre islas, "se llegaría al empobrecimiento de la isla de Lanzarote por este ataque con fondos públicos a una industria estratégica y esencial que, además, es una de las pocas existentes en la isla".