Una UTE formada por dos empresas del grupo Ferrovial, Ferrovial-Agroman y Cadagua, así como por Tinerfeña de Obras Públicas (TOP) está llevando a cabo un importante proyecto en Tenerife. En concreto, estas empresas ejecutarán las obras de la estación Desaladora de agua de mar de Granadilla, que cambiará radicalmente el aprovechamiento del agua en esta zona. El proyecto cuenta con un presupuesto que asciende a 16 millones de euros.
Y es que, se prevé que esta planta produzca en su primera fase 14.000 metros cúbicos de agua al día y que su capacidad se amplíe hasta los 21.000 metros cúbicos cada jornada. Además, se contempla una tercera fase denominada "futuro", en la que se incrementará la capacidad a 42.000 metros cúbicos de agua al día. De esta manera, se garantizará el abastecimiento del agua potable a los municipios de la zona.
Las obras que realiza la UTE se encuentran en el sur de la isla de Tenerife, en concreto, en la comarca que se extiende desde Montaña Guaza hasta los núcleos del municipio de Arico de La Java y Las Listadas. Esto comprende los municipios de Arico, Granadilla, San Miguel y Arona.
Y es que, según los impulsores, estas obras son de "vital importancia" para esta zona. "La oferta vacacional de la zona, tanto hotelera como extrahotelera, hace que haya una gran demanda de agua con una calidad mínima garantizada, tanto en condiciones normales como en los momentos en que la ocupación turística es máxima", afirma el Jefe de Obra, Fernando Campos.
Todo esto ha planteado desde hace tiempo problemas en el abastecimiento, en lo que se refiere a disponibilidades, a la necesidad de transportar el agua desde otros ámbitos de la isla, así como a la construcción de depósitos y redes públicas y privadas o a la explotación de los recursos por diferentes comunidades. Y esto, ha dado como resultado un agua con calidades "muy irregulares, y en algunos casos, deficientes".
Esta situación llevaba agravándose desde hace años y ha provocado una notable "inquietud en las autoridades públicas competentes que, por sí solas, no pueden hacer frente a una solución definitiva de la problemática planteada", según se explica en la memoria del proyecto.
Comienzan las obras
Por todo ello, las administraciones competentes plantearon en octubre de 2005 la construcción de una planta desaladora de agua de mar que tenía como objetivo garantizar el suministro en alta de agua de buena calidad, así como permitir que los recursos subterráneos de la zona pudieran ser utilizados de forma más racional.
Con este proyecto, se pretende conseguir una mejor explotación de los acuíferos y la recuperación de sus niveles de cantidad y calidad. Estas obras las promueve la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, a través del Convenio de Obras Hidráulicas, y están financiadas por el Ministerio de Medio Ambiente.
La UTE formada por Cadagua, Ferrovial Agroman y TOP logró la adjudicación de este proyecto el pasado 5 de mayo de 2010. Cabe destacar que el grupo Ferrovial es líder mundial en el diseño, construcción y explotación de cualquier tipo de infraestructuras y, en concreto, Ferrovial Agroman y Cadagua son especialistas en proyectos hidráulicos de gran envergadura.
De momento, la UTE ya ha empezado a trabajar sobre el terreno. "Estamos trabajando en las conducciones de la desaladora al depósito de cabecera, así como en el propio depósito. Por otra parte, en la Desaladora estamos construyendo ya pozos de captación de agua", explica el Jefe de Obra Fernando Campos.
Y es que, según señala Campos, el proceso del agua es el siguiente: "El agua que se produce en la desaladora se bombea hasta el depósito de cabecera, desde donde se hace la distribución y se reparte hacia los distintos municipios", afirma.
Acuíferos sobreexplotados
La obra que realizará el grupo Ferrovial junto a la empresa local Tinerfeña de Obras Públicas supondrá la "resolución de las carencias que existen en cuanto a cantidad y calidad de agua". "Dada la sobreexplotación de los acuíferos hay problemas en la zona y este proyecto los resolverá de forma contundente. La obra está recogida en el Plan Hidrológico de Tenerife y está catalogada de interés general", defiende Campos.
"Hay que aprovechar el recurso que tenemos, el mar, que es fundamental para Canarias, dado los problemas que existen con el agua en el Archipiélago. En las Islas dependemos de las aguas subterráneas, de la captación de agua de pozos, pero los acuíferos están sobreexplotados, han perdido mucha cantidad de agua, y también calidad", indica el Jefe de Obra.
De momento, los ciudadanos no han notado estas carencias porque en Tenerife se ha paliado este problema con la construcción de otras dos desaladoras más. En una de ellas, el proyecto también lo lideró Ferrovial y también trabajó en él Fernando Campos. En concreto, construyeron la Desaladora de Santa Cruz de Tenerife.
Conjunto de actuaciones
Tal y como indica Campos, la UTE no sólo acometerá la construcción de esta desaladora, sino que además para poner la planta en funcionamiento, tiene que realizar un conjunto de actuaciones. Así, tendrá que captar agua de mar y, para ello, construirá pozos de captación, instalará grupos de bombeo de agua de mar y un colector.
Además, deberá abordar la fase de pretratamiento, que se basa en la dosificación de los reactivos químicos, en la filtración de arena, en la instalación para el lavado de filtros y en filtros de caucho.
Para desalar el agua, esta UTE deberá incluir en el proyecto bombas de alta presión con recuperación de energía, bastidores de ósmosis inversa y un equipamiento necesario para los desplazamientos y la limpieza química de los bastidores de desalación.
Asimismo, este proyecto contará también con equipamientos auxiliares, como la instalación neumática y red de agua de servicios, los mecanismos de elevación y los equipos contra incendios.
Fernando Campos está orgulloso de formar parte de este gran proyecto hidrológico. "Es un reto para mí, porque es una obra muy importante. Desde el punto de vista personal, es muy gratificante, porque este tipo de obras son muy singulares", señala, al tiempo que incide en la modernización de este tipo de plantas.
A la vanguardia
"La Desaladora está dotada de las últimas tecnologías, con todos los procesos y equipos previstos que están a la última. Es una desaladora vanguardista", indica Campos, que asegura que esto "provocará que el rendimiento energético en la planta sea óptimo, algo importante en la desalación porque el coste del agua desalada es muy elevado". "El consumo de una desaladora es muy grande, es imposible usar sólo energías sostenibles, es muy importante que los costes de explotación sean los mínimos para que el coste del metro cúbico de agua que paga el ciudadano sea el menor posible", señala este Jefe de Obra, al que ahora le quedan 27 meses por delante para culminar este gran proyecto.
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